... y Terence Fisher

El londinense Terence Fisher (1904-1980) es uno de los directores de cine que el tiempo ha puesto en su sitio convirtiéndolo, por derecho propio, en una leyenda del cine. Si hablamos de Cushing tenemos que hablar de su compañero de aventuras, Terence Fisher. Educado con sus abuelos en férreas costumbres victorianas, y tras 5 años de recorrer el mundo en un carguero empieza a trabajar en una tienda de tejidos londinense e ir al cine para distraerse donde descubre el universo donde el desea participar. Más tarde entrará a hacer diversos pequeños trabajos en estudios londinenses, pasando a ser montador en los años 30 hasta finales de los 40. Tras la guerra asiste a unos cursos para encontrar nuevos realizadores británicos y así apoyar a la destrozada industria british frente al gigante americano y empieza a realizar pelis, bastante mediocres, incluso las primeras hechas para Hammer. Realiza una de las primeras pelis de ciencia ficción de England, luego viene una avalancha de pelis sin parón con alguna pequeña perla. Terence no está contento porque rueda pelis baratas con actores desconocidos pero llega su oportunidad con "The curse of Frankenstein", su primer film de terror, su primera peli en color y su primer trabajo con Peter Cushing, además de con el equipo técnico que jamás abandonará. Desde aquí hasta finales de los 60 obras maestras seguidas y su despedida de el trabajo activo a mediados de los 70 para fallecer en 1980. Sherlock Holmes, Dracula, Werewolf, Opera Phantom, Frankenstein, Gorgon, todos ellos deben mucho a este señor inglés que los convirtió en iconos de la cultura contemporánea...