lunes, 16 de marzo de 2009
El frente de Alcubierre
La verdad es que hace días que quería visitar las trincheras y sencillas instalaciones que quedan en la Sierra de Alcubierre dentro de la denominada "Ruta Orwell" de los Monegros. Bajando del Pirineo cogí el desvío hacia Tardienta y, desde allí, en 20 km te plantas en Alcubierre... se coge la carreterilla hacia Leciñena y en los km 34,6 y 33,5 encuentras un par de cosas destacables, una zona de trincheras y otra más delante con la posición San Simón, donde hay un monumento falangista que está como la falange, hecho un desastre y fuera de tiempo y lugar. Es interesante visitarlo por conocer la idiosincrasia y complejidad del frente aragonés en la guerra civil del 36. La sublevación se impuso en las tres capitales aragonesas pero no en toda la región ya que el frente establecía una linea divisoria norte sur que sólo permitió la ocupación de Perdiguera, el resto estaba en manos republicanas. Este puerto de Alcubierre tiene una posición estratégica, porque desde posiciones como la de San Simón se divisa casi desde Zaragoza a Huesca, además de ser una de las llaves para llegar a Zaragoza. En 1936 el frente quedó determinado en las poblaciones de Tardienta, Perdiguera, Osera, Pina y Belchite, pero en octubre los rebeldes tomaron Leciñena y lograron avanzar hasta estas posiciones adueñándose de algunas, el resto estaban en manos republicanas. La proximidad entre los contendientes era total, el combate abundante e intenso, pero alternado con largas treguas descritas como "la guerra en punto muerto" por Orwell. Las tropas asentadas eran el POUM (con Orwell en sus filas) hasta febrero del 37 cuando fueron relevadas por las fuerzas socialistas y comunistas de la columna "Carlos Marx". La posición fue rebasada en marzo 1938.
Otras visitas que he leído que pueden ser interesantes son: el búnker construido en la carretera de Cantalobos dentro del término de Lanaja; los restos del aeródromo «Alas Rojas» de Sariñena, en la carretera de Albalatillo; las cuevas que sirvieron como hospital en Robres y las trincheras excavadas en el monte La Pajera; la ermita de Santa Quiteria en Tardienta, uno de los más emblemáticos e históricos enclaves; los refugios antiaéreos bajo las iglesias de Poleñino, Torralba o Robres; las cuevas de Bujaraloz; las casamatas de Monte Oscuro en Perdiguera y el entorno de la Balsa Ontina; los hitos funerarios de los cementerios de Leciñena o Bujaraloz; la «lápida del cura» en el monte de Castejón de Monegros...
San Simón: El monumento levantado en los años cuarenta en la zona de Las Tres Huegas, en Puig Ladrón, límite de las provincias de Huesca y Zaragoza, es más conocido por la denominación popular de San Simón. Este nombre hace referencia al sargento legionario que tomó la posición para las tropas sublevadas tras un enfrentamiento a sangre y fuego con los defensores republicanos. Pero no es la única leyenda que aureola el monolito, ya que en otro momento de la contienda, abril de 1937, un buen número de falangistas murieron en este monte. Una lápida al pie de Puig Mazorra y al lado de los refugios rehabilitados en el proyecto de recuperación patrimonial, recuerda la heroica gesta. San Simón fue lugar de peregrinación y apogeo patriótico durante los años del franquismo, hoy... está penosico.
La verdad es que es una buena ruta, lleva su tiempo ver todo, pero el paisaje merece la pena.
ResponderEliminarSí señor, es interesante y un tema de valor histórico incuestionable. Un saludo.
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