Uno de mis pocos objetivos en este Metalway era ver a los suecos Opeth, banda de calidad incuestionable. Me quedó clara una cosa, que es mejor escucharlos tranquilamente en casa porque más aburridos no pueden ser, y eso es lo peor que le puede pasar a una banda en el escenario, que el público abra la boca bostezando. Super técnicos, ni un error, todo clavado... espectacular el batería y el poderoso bajo, metrónomos guitarreros... coros perfectos.... pero bostezos, muchos bostezos, hasta los de un servidor.... el tiempo, como siempre, no acompañaba, sol de justicia y viento con tierra en los caretos de los de Estocolmo.... ganitas de acabar y poco más. Extraordinarios músicos, aburridos artistas.
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