Hace unos días pasé, como cada año, a ver el Club de Tiro, en Torrero. Piscina escondida y recóndita, auténtico chalé privado de varias familias, entre las que estuvo la nuestra durante unos años. Inamovible, invariable... tranquilo y relajado, perfecto para familias con pequeños... los mismos guiñoteros cafeteros, las mismas personas en sus mismas ubicaciones desde hace decenios... no pasan los años por este lugar. Los tiempos cambian, ahora cierran la piscina a las 9 y a las 10 todos a la rue... ahhhh, aquellos 80 en los que nos corríamos auténticas juergas nocturnas, con baños locos y toda la gente selecta de la generación, hoy casi todos (excepto Mou y Alberto) fuera del Club.
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