Aquellos tiempos de procesiones

Hubo una época, ya lejana, en la que junto a mi padre, hermano, abuelo, tíos y amigos, esperábamos con gusto y satisfacción la llegada de la Semana Santa, pertenecemos a la Cofradía de la Piedad de Zaragoza. Mi padre y mi hermano siguen ejerciendo de buenos cofrades, yo lo guardo como un buen recuerdo pero no sigo sus andanzas. Los tiempos han cambiado mucho, muchísimo, en aquellos 70-80 primeros en la Cofradía todos nos conocíamos, era un tema muy familiar, se visitaban pueblos, había relajación en las formas, menos disciplina y más corazón, hasta teníamos un equipo de fútbol sala, jejeje, Velilla, gran jefe de tambores, Clouseau, bombo de filigrana. Hoy las cosas son distintas, todo más politizado, más pijo, más disciplinado y más grande, enooooorme. Desde aquí mi homenaje y recuerdo cariñoso a todos los que componían aquella Cofradía de la Piedad, los grandes consultores (parecía el consejo de Ape Planet), los curas, los amigos, Perico, Julio (logística selecta(, el porrón de agua con anís, el bocata de anchoas y la Coca Cola a mitad de procesión de Viernes Santo, los parches rotos, los nervios de pequeño. Una etapa cerrada pero muy bonita. Hoy en día la Cofradía es muy grande y mi número ya está entre los primeros (glups), sobrevive contra viento y marea, por muchos años!.