Fantásticas marionetas setenteras de los sensacionales muñecos de Barrio Sésamo. La verdad es que todos tuvimos a los más famosos, Epi y Blas, metías la mano hasta la boca (te dejabas los dedos ahí) y luego manejabas el muñeco con sus palillos de sujección como si fueras Jim Henson.
Salió aquella fantástica y agradablemente olorosa serie de mini muñecos de dedo, varios amigos atesoran esas buscadas piezas, y encontrar los grandes en caja no es fácil. Hace unos años compré en Plaza Massadas de Barcelona, en la feria juguetil este Pepe Sonrisas, gran personaje, jamás sacado de su box, para deleite estético de sus admiradores.
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