sábado, 11 de septiembre de 2010

LA MOLA






Un poco siguiendo el tono especial del blog, dedico un apartado especial a LA MOLA.

Tenía interés en visitar este antiguo vestigio histórico menorquín, situado en la zona este, al norte de la ciudad de Mahón, perfecta minipenínsula utilizada como cuartel, baluarte defensivo, cárcel y ahora como referente histórico.

Tras visitar El fuerte Marlborough, ubicado junto a la bocana del puerto de Mahón y curiosa construcción realizada por Sir John Churchill, Duque de Marlborough (conocido como Mambrú, os suena?), rodee toda la ciudad decidido a cer LA MOLA.

En 1848, el Gobierno Español decide construir la Fortaleza de Isabel II en la Mola de Mahón. Franceses y Británicos se disputaban entonces el control del Mediterráneo, y el Puerto de Mahón era un lugar estratégico dentro de sus rutas mediterráneas. Ambos hacían aquí escala, donde efectuaban la aguada y el acopio de provisiones. Esta circunstancias preocupaba al Gobierno Español que decidió construir una fortaleza poderosa. Es curioso que durante la construcción de la misma, que duró 25 años, se modernizó tanto la artillería marítima que quedó desfasada antes incluso de ser terminada.

La entrada es fascinante, de una rotundidad y grosor de tabiques que asusta. La zona más antigua data de mediados del 19 y contiene el castillo, perfectamente flanqueado por muros y fosos, y toda la zona de disparaderos de cañones, que conservan sus sujecciones de techo, sus puertas metálicas, y los carriles de deslizamiento en el pavimento. Se notan que lo han intentado arreglar, pero es como si no lo hubieran hecho.... en los fosos y polvorines aún se conserva el curioso tendido eléctrico,... en una zona de almacenes se encuentra maquinaria y carros de principios del siglo XX, inscripciones de soldados aburridos, datadas en plena guerra civil o la impresionante (jamás he visto nada igual) galería aspillerada con 48 puestos dobles de defensa... al meterte en ella tienes la sensación mareante de que no tiene fin, desasosiega su paseo, es calustrofóbico, casi 500 metros de galería.

Te encuentras con términos militares preciosos, casi olvidados, como casamatas, cañoneras, el hornabeque... preciosa la Mina, serie de galerías subterránes donde se concentraban los talleres y polvorines, con un sistema de poleas se subía el material a la parte superior.

Cuando perdió su carácter defensivo, a partir de la posguerra española tornó a prisión militar (hasta mediados de los 70) y cuartel de artillería e infantería (pobres reclutas). Es alucinante pasear por la prisión, cuarteles y espacios prohibidos al visitante.... la carcel guarda un chulísimo pórtico franquista y en ella Patxi Franco se dedicó a enviar a precios a "disuadir", de carácter político, como algún presidente de Generalitat, jeje, vaya crack. Todo está abandonado desde mediados de los 70 y tienen un gran sabor arqueológico. Casetas de perro en la puerta de las naves, de obra, un apararo de radar abandonado que encontré entre la maleza, letreros, algún rótulo y mucha decadencia.Paseo emocionante e interesante. Ojo a la cantera, lugar donde a martillo y escoplo sacaron, piedra a piedra, los materiales necesarios para completar la Mola, aunque muchas de las piedras venían de otras fortaleza desmontada. Todavía se pueden ven las picadas de los presos. Preciosa visita.

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