miércoles, 9 de febrero de 2011
Comandante
He visto con detenimiento el "documental" de Oliver Stone titulado "Comandante". El cineasta se planta en La Habana y vive 30 horitas pegado al viejo dictador manteniendo una serie de conversaciones y situaciones, respondiendo a cómodas preguntas y otras no tanto...
No entro a valorar el producto cinematográfico, me parece de bajo perfil, repetitivo y realizado de manera burda, pero creo que eso es lo menos interesante.
Me ha quedado una extraña sensación ante este trabajo, una sensación de incomodidad y desconfianza ante el viejo perro Fidel. Oliver Stone se mantiene en una posición neutra pero que el veterano revolucionario manipula y desmonta con sus contínuas muestras de afecto y alardes de comunicación no verbal... Fidel, con esas demostraciones de comnfort, destruye la confianza (colgada de un hilo muy fino) que muestra el espectador ante la cinta.
No me creo a Fidel, su mirada, sus frases, su actitud, su falsa camaradería es la típica de un viejo político embaucador... no se cree sus propias mentiras, es muy inteligente pero ni siquiera él, ni la cercanía del trabajo dan brillo y lustre al personaje. Demasiadas explicaciones no pedidas, demasiada alegría en las gentes, ningún encuentro con la miseria, con los pobres, con la decadencia.... todo los espacios trabajados, ejemplares dentro de su humildad y falta de brillo, esa estudiante de New York estudiando en la Habana???, uf, Cuba es un jodido solar, tururu.
Patéticas las presencias del hijo, del nieto, del hermano, del compañero de guerrilla, del hermano mayor en los extras (patético), horrorosa la intervención del ex-jefe de los servicios secretos cubanos, falso, hipócrita, digno de la peor KGB.
No soy un experto en temas cubanos, para nada.... algo se de políticos y comunicación no verbal, Fidel no me la pega, me parece un perro viejo peligroso, creo que ya ni él se cree sus propias falacias... entiendo las paranoias, los bloqueos, la miseria, o no?. Muy interesante.
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