Lo mejor, las vistas

Bueno, tocaba visita al nuevo Pablo Serrano, 23 millones de eurazos invertidos merecen visita, visualización para no caer en las redes del "vaya mierda" o de la crónica periodística.

Mi opinión importa poco o nada, creo que una persona que vive en Zaragoza debe visitarlo porque tiene que conocer para valorar, querer o rechazar. A mi, no me gusta el edificio, nada de nada, un poquito más por dentro, por fuera me produce un rechazo absoluto, pero bueno.... con buen ánimo visito el interior, algo confuso, mezcla de colores, texturas, materiales dispares, me resulta incómodo desde el punto de vista puro como diseñador, no se, mi mente no lo termina de entender. De los contenidos prefiero no opinar, hay amigos que están en esa exposición inicial y prefiero no comentar. Dicen que menos es más, aunque esta vez diría "menos es imposible". Me acompañaba una persona no familiarizada con el mundo del arte (ojo, yo no soy ningún experto) y ha salido enfadada del recinto.

Me encontré a dos amigos en el interior, uno de ellos encantado, la otra contenta con el edifico y alucinada con el contenido.

Las vistas muy majas, eso sí.... se ve Zaragoza fenomenal desde la azotea.... le pregunté a la guardia jurado si había algo más de exposición en el ático...."No ves que esto es la terracica!".

Pues eso, a ver si se animan a darle lustre al espacio porque el inicio es demoledor.