Escrivá, mirándonos desde el altar

En los tiempos que corren, con la que cae y sabiendo como es la historia del hombre y sus miserias, la Iglesia sigue, paso a paso, pese a su pérdida de clientela, creando sus iconos,.... de manera lenta pero inexorable. En pleno siglo XXI, de miserias, pederastias, economías, donde el milagro pasó a ser, como los ovnis, carne de tebeo, es paradójico que, en pleno centro de Zaragoza, visitando la iglesia de la Exaltación de la Santa Cruz, te encuentres a Monseñor, ya ataviado como Santo de primera división. Santificar al miserable mortal, en los tiempos que corren, de verdades desnudas y de descreímiento ante todo es como ir contra sistema.... iglesia confortable ésta, con confesionarios a pleno funcionamiento y buena calefacción, clientela selecta y orondo párroco... muy bien mantenida y conservada.... al lado del altar, mirando con cara de buena persona y con sus gafas de pasta negra que resultan chocante en un escultura religiosa, Mr.Escrivá nos mira desde las alturas. El hombre, aunque pasen milenios, sigue con sus mismas herramientas de gestión del poder, intentado capitalizar el monopolio del ADSL con lo divino. Divertido.