Ayer jornada maratoniana por Madrid y, entre curro y curro, pequeñas delicias capturadas. En Madrid siempre hay algo que ver. Estuve en la antigua fábrica del Cervezas el Águila, muy cerquita de Atocha, espacio industrial reconvertido con inteligencia en zona cultural, biblioteca y sala de exposiciones. Me gustó mucho lo hecho, sin ser una fábrica de las que impactan, sobre todo el muelle de carga con raíles, con precioso porche que ahora aloja la biblioteca.
No puede ver la exposición de Estudios Moro, muesca sin marcar, pero si algunas piezas externas divertidas.
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