viernes, 25 de mayo de 2012

BOCA, espacio sin grises

La verdad es que la visita al Barrio de Boca, un lugar conocido en todo el mundo, fue digna de reflexión. Para los que no conozcáis este barrio, está ubicado muy cerca del centro, es conocido de manera universal, contiene iconos argentinos como puede ser el campo donde juega el Boca Juniors o la calle Caminito. A los turistas los meten en furgonetas o autobuses pequeños que los dejan en el centro de Caminito, que son 3 calles juntitas nada más, y "no se muevan de aquí por favor". Nosotros, más chulos que un ocho, nos fuimos andando desde el hotel, pasando por la Plaza Lezama (mama mía lo que vimos por ahí) porque en ese mismo sitio hay una preciosa Iglesia Ortodoxa. Quería ver un espacio dedicados a las víctimas de la dictadura, allí, bajo la autopista, debía haber un lugar especialmente poderoso en ese momento histórico (un espacio civil utilizado para retener prisioneros) y ahora están intentando darle el valor que tiene en recuerdo de las víctimas, en este momento está muy dejado. Una pareja de impresentables nos estuvo siguiendo de manera plausible, menos mal que encontré una pareja de policías a los que les di conversación y los tipos pasaron de largo, en la Plaza Lezama vi tráfico de drogas de manual, tipo The Wire, sin rodeos, coche parando, cobro, y camello en siguiente esquina, así que aceleramos. El recibimiento urbano en el barrio no es gran cosa, un viejo edificios de pisos con un buen cartel de Cinzano muy descolorido, un mural de no gran gusto, y luego un paseo por Almirante Brown y porque era de día.... en plan chuleta, quisimos pasear por las zonas no turísticas, para palpar el tono del barrio, visité a los bomberos de La Boca, con su camión azul y amarillo, entre en un par de pseudo-comercios muy deteriorados y entré en una calle que parecía interesante pero que, al acercarme, se convirtió en post-apocalíptica, con un par de coches quemados y grupos extraños. Un buen hombre me advirtió "Pepe, date la vuelta que te van a robar", y no dude ni un segundo porque aquello se ponía feo. Jamás ir de noche, era media tarde y la cosa ya pintaba mal. Retrocedí y giré por otras calles, y encaminé campo de Boca donde han montado un museo que no visité.... entonces, en unos metros, turisteo infame, indigno de una gran ciudad como ésta.... un poco parque temático pero decadente.... recordaba Caminito andando en solitario, limpio y menos cargado de baratijas.... 20 años más tarde, quizás lo más decepcionante del viaje.... pobre Caminito.... bares dignos de Salou, chiringuitos sin estilo, la bahía en estado lamentable y eso sí, una calle más allá, un sencillo pasaje comercial con un mercadillo local de trueque sin turistas, muy agradable y de gente estupenda. No me lo pensé, un jodido taxi y de vuelta al hotel. Boca, de noche, jamás. De día, con precaución y sin nada... con alguien local, fantástico, pero no era nuestra caso.

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