Una de mis pelis favoritas es Simón del desierto. En ella una especie de eremita, Simón, permanece encima de una columna a la pata coja expiando sus culpas e invocado a Cristo. Mientras, una seductora Silvia Pinal personifica las diversas tentaciones que el diablo hace llegar al buen cristiano para que se deje llevar por los diversos encantos del "mal". Es una obra sencilla y maestra de Luis Buñuel, realizada en su época mexicana. y con una fuerza visual extrema. Para muestra, esta delirante escena donde Silvia llega en un curioso transporte a embaucar al bueno de Simón, cansado de tantos anzuelos.
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