Me pasan una foto de esta gente y encuentro este texto en Kissteria, impagable:
"La edición de noviembre de la revista Maxim presenta una nota
reveladora sobre el conjunto de chamamé que se hizo famoso al utilizar
maquillajes inspirados en Kiss. Recuerdo vagamente a Los Caú de algunos
programas de la pésima televisión argentina de comienzos de la década
del ochenta. Por aquellos años yo era apenas un niño que se sentía
indignado ante la posibilidad de que alguien se estuviera burlando de
sus héroes.El artículo firmado por Matías Pérez Andrade integra una sección
denominada I Love Decadencia y demuestra que la influencia de Kiss es
tan grande que algunas veces produce daños colaterales.
Los Kiss del chamamé
A fines de 1979 Víctor Morel era un joven baterista, cantante y
compositor de la zona sur del conurbano bonaerense. “Yo vengo del rock.
En esa época tenía una banda con la que hacíamos covers. Laburábamos
mucho en fiestas privadas y una noche que tocábamos en un hotel, en la
zona de Constitución, nos encaró un productor que estaba de casualidad
en la fiesta”.El productor era Américo Cardinale, manager musical y dueño del sello
discográfico independiente Irupé, que trabajaba en el creciente
fenómeno de las bailantas en el conurbano, enormes y muy concurridos
bailes familiares donde se tocaba chamamé, folklore y ritmos tropicales. Cardinale tenía una idea: mezclar el chamamé con el tempo de la
cumbia, pero interpretado por músicos provenientes del rock. “Lo que me
resultó raro era que no quisiera reclutar músicos del estilo. Nosotros
esa noche tocamos temas de Deep Purple y de Creedence al palo, nada que
ver. Pero él la tenía re clara y lo que quería era tocar esa música,
pero con otro pulso, más arriba”. Lo más increíble fue cuando Cardinale le propuso armar una nueva
banda y que su idea era darle una identidad muy reconocible. “Entonces
me dijo que quería que ¡nos pintáramos la cara como hacían los Kiss!
Casi me muero”. Al toque entraron a grabar. Cardinale puso la tarasca y
Kuky Pumar, su socio creativo, las ideas. “En una reunión con el grupo y la producción, empezamos a tirar
nombres. Después de horas de pensar, alguien dijo Ya sé: Los Cuis
(risas) ¡Pero ésta es una idea de borrachos! dijo alguien (risas) y Kuky
gritó: ¡Ese es el nombre! ¡Los borrachos!” (risas) Para relacionar más
el nombre de la banda con la onda que buscaban, usaron la palabra
guaraní para borracho: caú. Así nacieron Los Caú. Morel se hizo cargo de la producción musical de la banda,
reversionando clásicos del chamamé de compositores como Tránsito
Cocomarola, Tarragó Ros padre y Coco Díaz, inyectándole el groove del
tropical y también componiendo material propio, incorporando aires de
boleros y cumbias. Pumar se encargó de la organización de los shows y de
la imagen de la banda. El efecto que produjo el arte de tapa del primer LP de Los Caú Los
reyes del chamamé tropical editado en 1980 fue inmediato: todos los que
vieron ese disco en las bateas se preguntaron estupefactos: ¿Y estos
quiénes son?
En la portada había una foto en primer plano de la banda en plan Kiss
en un exterior dominguero. Con este primer disco, Los Caú inventaban un
género hasta ese momento inexistente, que serviría de base para lo que
luego, con los años, se masificaría a los niveles inmensos que tiene hoy
la movida tropical.
“Empezamos a laburar a pleno. En esos años todo era muy amateur, pero
había mucho trabajo. Además de boliches, había muchas fiestas que se
hacían en provincia y en el interior. Era todo más familiar: empezaba y
terminaba todo temprano. De jueves a domingo tocábamos sin parar. Era de
locos. Al año viajamos a Bolivia y Perú. Después viajamos por toda
Sudamérica”.
La extensa discografía de Los Caú abarca ¡24 LPs! La necesidad de
generar ideas diferentes para cada portada tuvo su pico máximo de
bizarrez en la impagable foto que adornaba Los Caú en Obras, de 1985.
Recuerda Morel: “Acabábamos de grabar los temas para un disco del que
aún no había nombre ni nada, entonces llama Kuky y me dice Mirá, ¿viste
que ahora todos sacan discos grabados en Obras? Bueh, ¡nosotros
también!” “Obviamente, nosotros no habíamos tocado en Obras ni ahí, pero justo
Kuky estaba reformando su casa. Vénganse que nos comemos un asado y
hacemos las fotos (risas) Y así fue. Nos comimos un re asado, nos
vestimos de albañiles maquillados como Kiss e hicimos las fotos”. “Sacamos muchos discos, así que lógicamente algunos se vendieron muy
bien y otros no tanto”, dice orgulloso Morel, ya que en total cosecharon
5 discos de oro y 3 de platino. En 1985 el sello MH lanza como
competencia a “Los diablos de la cumbia”, que afirmaban ser “los
creadores de la cumbia metálica”.
Usaban muñequeras y camperas de cuero, sus temas tenían intros de
guitarra eléctrica metalera y luego mutaban en cumbia, el hit era una
versión de Estás para ganar de Johnny Tolengo.Durante los ochenta Los Caú formaron parte estable del elenco de
Feliz Domingo. Tocaban dos entradas todos los domingos y era de los
números más festejados por la multitud que todas las semanas desbordaba
los viejos estudios de la calle Castex. También aparecieron en
reiteradas oportunidades en Calabromas. De esa época los recuerda Riki Maravilla, otro ícono de la movida y
habitué del programa de Juan Carlos Calabró: “Los admiraba, era fan de
ellos. Empezamos casi juntos y compartimos escenarios en todo el país.
Eran muy, muy populares Los Caú y su propuesta era revolucionaria, muy
original. Si bien no fuimos amigos, los recuerdo con mucho cariño de
esos años primeros, donde cada veinte cuadras tenías un baile con grupos
tocando de todos lados”.
A comienzos de los noventa fallece Cardinale, entonces Pumar, junto
con su hijo, se dedican a forjar nuevos artistas y fundan el sello
Leader Music. Los Caú quedan por su cuenta. La banda se desarma y Morel
continúa reclutando músicos que, con el paso de los años, se van
alternando. Uno de sus hijos, Omar, sigue sus pasos y se une al grupo
Ráfaga.
El único antecedente de una banda argentina que imitara a Kiss había
surgido unos años antes que Los Caú, entre 1976 y 1977. Durante ese año
realizó algunos shows el grupo Lulú, que tocaba rock pesado, usaba
pirotecnia, se maquillaba y vestía emulando a Kiss. Editaron un simple, hoy un vinilo incunable, con el tema Fuera de mi
ataúd. El episodio más sonado en su fugaz existencia fue cuando,
queriendo lograr un efecto de niebla, en un show en el Auditorio San
Isidro prendieron fuego a un neumático en la sala. En los ochenta Lulú se sacó el maquillaje y mutó en el grupo de hard
rock Rayos X. Se podría decir que Los Caú venían a disputar una franja
del lugar que ocupaba Katunga, otro bizarro combo que mezclaba rock con
cuarteto cordobés. Aunque Katunga era más zarpado en las letras y Los Caú más aptos para
todo público. En su repertorio también había lugar para la guaracha, el
melódico y hasta para algún rock. Este repertorio ecléctico les valió
que el ambiente “serio” del chamamé nunca los considerara como cultores
del género. Hasta el día de hoy. Actualmente Víctor Morel hace radio y mueve grupos y es el único
miembro original que continúa con la banda que hoy se presenta como
Víctor Kau por problemas con el uso del nombre. Extrañamente, no hay ediciones en compactos de los discos originales
de Los Caú. La nueva formación, con producción de Morel, está grabando
un disco y tocan con regularidad. Su última aparición destacada fue como
teloneros de El Chaqueño Palavecino en el estadio de Racing. Y en estos
días inician una gira por el interior. Se anuncia que Kiss viene en
2009 otra vez a Buenos Aires, ¿habrá reencuentro y Sapucai caú?
Continuará.
El encuentro con los verdaderos Kiss
En 1999 Kiss vino al país para tocar en River su nuevo disco Psycho
Circus. “La novedad era que habían vuelto a usar el maquillaje después
de muchos años. Nos llama Esteban Prol y nos dice que nos maquillemos y
nos vistamos y nos lleva directo a River, entramos a un salón y había
cámaras y toda la bola y de repente ¡entran los Kiss, también
maquillados y con ropa de escenario!”La nota se vio en el programa El Rayo. “Fue muy gracioso. Los de Kiss
tuvieron una onda increíble, se mataban de risa. Nos preguntaban cómo
se nos había ocurrido, ¡no podían creer que habíamos grabado tantos
discos! Fue genial”. El LP de Los Caú que se llevaron Los Kiss de recuerdo figura en
algunos sitios de fans del grupo como el homenaje más indescifrable y
extraño de todos los que se le han hecho en todo el mundo al cuarteto de
pintarrajeados estadounidenses. “Sobre el final de la nota, el conductor nos preguntó: Entonces,
¿quién vino primero? Y nosotros al toque gritamos re fuerte: ¡Los
Cauuuuu!”
http://kissteria.wordpress.com/2008/11/28/vida-y-obra-de-los-cau/
Son un grupo de la ciudad de santa fe argentina y su nombre sale de las iniciales de un club de futbol de esta ciudad : club atlético unión ( CAU)
ResponderEliminarle mostraron y le hicieron escuchar un tema a paul en el backstage en river 1997 en un programa de televisión
muy interesante, un saludo y gracias por tu comentario
ResponderEliminar