Una noticia triste y que llena de desasosiego a este humilde pintamonas. Es la era digital, del 3D, 4D y 78D, reconozco el prodigio de los digital.... pero siempre tiene que haber, aunque sólo sea como taller de referencia, formación de artesanos, artistas y creadores, una matriz de diseñadores de acetato manual en el "estudio de animación universal". Son tiempos de crisis y de tijera. Primero cayeron Lucas Arts, la división de videojuegos abandonada a su suerte, ahora nada más y nada menos que se despiden a todos los animadores "manuales". Una muy mala noticia, el mundo avanza pero no conserva. Os transcribo la noticia de EL PAIS: "
Los recientes despidos de los últimos animadores tradicionales en los estudios Walt Disney Animation
marcan el final de una era en el cine. Justo este año, cuando se
cumplen nueve décadas de vida del ratón Mickey, que nació en 1923 en los mismos estudios que ahora cierran sus puertas a la animación 2D.
Se trataba de la crónica de una muerte anunciada dada la ausencia de
producciones Disney de animación clásica desde el estreno en salas de Winnie The Pooh en 2010. No por ello ha sorprendido menos. El tuit de Tom Bancroft, uno de los animadores de El rey león,
anunciando el despido de nueve de los once animadores tradicionales que
todavía quedaban en Disney fue el anuncio de la puntilla para una
técnica que Winsor McCay descubrió para el cine estadounidense y que
Walt Disney convirtió en arte y comercio, apostando por incorporar a
esos dibujos en movimiento el sonido y el color para crear el primer
largometraje animado de la historia del cine: Blancanieves y los siete enanitos.
Los despidos forman parte de una reestructuración de los estudios
Disney ante la crisis, una limpieza en su plantilla que se ha llevado
por delante 150 puestos de trabajo en todos los departamentos. ¿Motivos?
La disminución de los ingresos procedentes de DVD y pérdidas varias
como los 38 millones de euros tirados a la basura al detener la
producción del próximo proyecto en stop-motion de Henry Selick.
“La idea de que el público no quiere ver películas 2D es ridícula”,
decía John Lasseter a su llegada a los estudios en 2006. Entonces
prometió un filme clásico de dibujos animados cada dos años conservando
en sus filas a parte del equipo que hizo posible la segunda era dorada
de la animación tradicional marcada por La bella y la bestia, Aladdin, El rey león, Pocahontas o Hércules. Solo se hicieron realidad dos, Tiana y el sapo y Winnie The Pooh,
y esta última fue considerada entre los profesionales como un
desperdicio, porque pusieron a grandes maestros de la animación a
dibujar un estreno que iba directo al mercado del vídeo: “Fue como si la
Royal Filarmónica tocara el mirlitón”. ¿El futuro de la animación tradicional?
“En Hollywood, pieza de museo, comenta uno de los legendarios
animadores de Disney que prefiere no dar su nombre. “No solo se pierde
una disciplina sino una profesión y una base formativa necesaria para
los propios animadores 3D”. Otros creen que seguirá en los circuitos indies estadounidenses, con Bill Plymton, Signe Beaume o Nina Paley, o en Europa, donde los dibujos animados tradicionales siguen siendo una opción válida entre el público.
“No me sorprendería nada ver alguna de estas películas candidata al
Oscar aunque solo sea como voto de castigo desde la profesión”, añade el
mismo dibujante, recordando en los últimos años la presencia de grandes
desconocidas entre las aspirantes al Oscar a la mejor película animada
como Chico y Rita, Un gato de París o El secreto del libro de Kells, realizadas en esa técnica ahora que hoy muere en Hollywood." (EL PAIS)
Que tristeza che.
ResponderEliminarY en mi humilde opinion, lo artesanal es insuperable; tiene otro peso, otra realidad.
Lo artesanal, Darío, simplemente es otra cosa.... yo soy publicista y diseñador gráfico y siempre, todo lo que hago a mano resulta más agradable y gusta (no se sabe porqué) mucho más a la gente. Fuerte abrazo
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