Estos días de celebraciones uno puede encontrarse con alguna sorpresa en la calle, como estos dos formidables ejemplares de automóviles de los años 30. Un precioso Buick verde, impoluto y en perfecto estado de revista, con destacable tapicería en piel marrón, y un magnífico Rolls Royce (ataviado para boda el pobre, como no) en bicolor gris y presencia flamante. Hoy en día, cuando todos los coches tienden a parecerse tanto entre ellos, todavía destaca más y se valora la personalidad única de estos modelos históricos.
ese rolls creo que es el de los de almacenes briceño y el ocaso.
ResponderEliminarun abrazo
Sí?... interesante.... abrazos Héctor
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