lunes, 5 de agosto de 2013

Disfrutando de un gran rastro

Una año más (suelo ir un par de veces) pudimos ayer disfrutar de uno de los mejores rastros que yo conozco, el de Tarragona, ubicado en pleno centro histórico de la ciudad. Este rastro lo tiene todo; calidad, buenos precios, ubicación, tamaño, amables vendedores, oportunidades, un volumen de público muy agradable y todo ello enmarcado en un casco histórico delicioso como es el de la bellísima ciudad mediterránea. Siempre acudo a varios puestos fijos, como el del "Maño" (un tipo de Sástago la mar de majo) que ya no pone su parada habitual, o el de Ramón, un tipo que tiene cosas siempre bonitas, siempre especiales, muy de mi gusto y llenas de sabor.... ah, y a precios honestos y coherentes. La verdad que es un disfrute pasear puesto a puesto y descubrir, fotografiar o charlar de materiales desconocidos, atractivos y llenos de emociones. Preciosas las caretas de Mazinger de los 70, con un modelo de cada personaje, incluido el pérfido Baron Ashler, Ese muñeco torero, los clásicos paracaidistas que tantos buenos momentos nos hicieron pasar, un Sansonito en caja, raros y buscados, un bonito 2cv furgoneta o unos sifones preciosos a un precio fantástico. Se me olvidó (despiste) un enooorme album del espacio a precio super reducido, pero pasamos un par de horas encantadoras.







4 comentarios:

  1. Hola, ¿me puedes decir que periodicidad tiene este mercadillo? Tengo pendiente una visita a Tarragona y aprovecharía para visitarlo.
    Un saludo

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  2. Tiodos los domingos por la mañana.... un rastro clásico y excelente. Un saludo

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  3. Ya me dirás tu opinión, a mi me parece una delicia, abrazos

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