domingo, 1 de diciembre de 2013

AUSCHWITZ (Campo II) BIRKENAU

Tras la visita al Campo I de Auschwitz, el viejo cuartel, coges un autobús que te lleva al nuevo campo que se creó al quedar pequeño el primero. Está a unos tres kilómetros en la tristemente famosa localidad de Brzezinka que los alemanes rebautizaron Birkenau.

Este campo es enorme, tremendo y desolador. Ocupa 175 hectáres y, en su momento, contaba con 300 barracones, muchos de ellos de madera y colocados directamente sobre el húmedo, blando y frío terreno. Si las condiciones en el campo I eran terribles en este hablamos de un auténtico infierno en la tierna. Los barracones, sin cimientos ubicados sobre tierra apisonada, se convertían (y se convierten) en un inmenso barrizal, sin agua corriente y condiciones higiénicas infrahumanas. Todos disponían de una especie de sistema de calefacción que nunca funcionaba.

La entrada al campo es ya abrumadora. Se hace por la tristemente famosa Puerta del Infierno, construida con un enorme arco para la entrada de los vagones. El enorme espacio andén donde bajaban los prisioneros se mantiene en su sitio, al lado de la caseta de clasificación. Ahora existe un vagón similar al utilizado en su momento (no se sabe si llego a ser uno de los utilizados) donado por el hijo de uno de los prisioneros como símbolo de todos los que allí fueron enviados.




























La sensación al visitar el campo es impresionante. Su enorme tamaño (se pierde en el horizonte), el frío reinante (calor insoportable en verano), la blandura de la tierra, ahora con hierba (por lo visto en el momento de estar en marcha no había porque se la comían los prisioneros), la disposición geométrica perfecta, todo ello da una sensación de matadero, como de factoría infame. Es muy difícil de explicar. Hicimos el respetuoso camino de los prisioneros que directamente eran destinados a la cámara de gas tras la selección. Es un largo paseo que te lleva hasta un lugar donde se han hecho un monumento conmemorativo en varios idiomas (no está en español). Al lado se encuentran las dos cámaras de gas. Enormes, bestiales. Las quisieron destruir para que no quedara rastro, pero no les dio tiempo. Las cámaras tienen una estructura diabólicamente trabajada. Una forma de "L". Las personas entraban por un lado de la "L" por una rampa, unas 2.000 a la vez. llegaban hasta el vértice de la "L" donde se desnudaban para pasar al otro lado de esa "L" donde se les asesinaba con un gaseo de 10 minutos. En la parte superior estaban los hornos que trabajaban 24 horas al día, pero aún así, al realizarse ejecuciones tan rápidas, no daban a basto para eliminar a todos los cuerpos, y tenían que realizar una serie de piras de apoyo. La nube de ceniza era de tal calibre que todo el campo, incluidas zonas colindantes, se cubría con una patina todas las instalaciones. Al lado mismo de las cámaras y los hornos hay una charca que está absolutamente llena de cenizas, de ella se sacaron las que están en el monumento del campo 1. Otras cenizas se utilizaron incluso como abono.










































La visita prosigue hacia uno de los barracones, impresionante, utilizados por las mujeres prisioneras. En este caso se mantiene en pie porque está hecho de una pobrísimo ladrillo. A la entrada, en la mitad del lado ancho, existen dos sencillas habitaciones, utilizadas por las jefas de barracón. El interior es terrible. Sin luz, ni calefacción, sin agua, un suelo duro y deforme y una hilera de camastros-litera de tres pisos. En cada uno de esos espacios se colocaban 8 prisioneras (imposible entender cómo lo hacían) que sufrían lo indecible porque las condiciones de higiene provocadas por la desnutrición, la ingesta de comida podrida (con la que se hacía la sopa diaria) y la única posibilidad de ir al servicio dos veces al día (todos a la vez, imaginar la locura) eran dantescas. Hay un pequeño calefactor en una esquina, pero casi siempre no funcionaba.


































Posteriormente se visitan las letrinas y la zona de lavabos, un lugar que recuerda una especie de abrevadero de animales. 
























Un lugar especialmente doloroso es en el que estaba el barracón de los niños gemelos. El lugar era utilizado por Mengele para nutrirse de este tipo de personas para sus experimentos que se realizaban en un espacio que hoy está destruido. En el espacio del barracón hay una placa conmemorativa para recordar a los pobres chavales que allí sufrieron tanto.






















Si vuestro guía es amable, también pueden dejarte visitar la torre de entrada.... desde el mirador uno puede hacerse la idea de manera muy clara de las dimensiones de este lugar infernal. El interior mantiene el tono, colores y distribución de entonces, es un lugar especial.
























AUSCHWITZ BIRKENAU es lo más parecido al infierno que yo he visto en la tierra. Es enorme, silencioso, desolador.... helador en invierno, una sartén en verano. Ofrece la sensación de no tener límites, de no tener escapada. Y esa entrada de tren en el centro, como punto final, no puede más que estremecer al visitante. Es una visita para realizar atento, en respetuoso silencio y que merece posterior reflexión. Pese a muchos documentales, películas y libros, sólo la visita a un lugar tan terrible deja clara referencia de las dimensiones del desastre humanitario que supuso esta locura y, además, te permite plantearte el "todo es posible" en un planeta como el nuestro.

2 comentarios:

  1. Bufff... siempre me ha resultado difícil de asimilar que eso realmente sucedió y que no es el argumento de una película. Gracias por el post, realmente te acerca un poco más a ese horror que tristemente fue real...

    Abrazo,
    Ira

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  2. Gracias a ti Ira..... eso ocurrió, no es cine ni documental.... es tan horrible que parece imposible, pero visitando este espacio, pisando ese suelo y escuchando a esas personas te das cuenta de lo terrible del asunto.... el barrio judío de Cracovia sigue en lenta y respetuosas reconstrucción, y han pasado casi 80 años.... pondré unos vídeos explicativos.... son duros, pero son interesantes. Abrazos

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