Tras una pequeño periplo castellano, como fin de fiesta y volviendo por Madrid procedente de El Escorial, decidí hacer un parón en el Valle de los Caídos, que ya había visitado, pero mi acompañante no lo conocía, y es un lugar que merece parada y observación.
No me había dado cuenta que era 23F y tampoco había caído en que era domingo, así que tras pagar los 9 euros por cabeza que vale acceder al recinto, llegamos hasta el espacio esperando una poblada asistencia y olvidando que, caray, los domingos hay misa y las visitas se supeditan a la celeabración de las mismas.
El ascensor está estropeado y no se puede acceder a la cruz, tampoco nos importó. Lo primero que se me viene a la cabeza cuando llego allí es el paralelismo que tiene este espacio con el Hipogeo de Hatshepsut, en Egipto.... recordemos que un hipogeo es una galería excavada en la roca (en el caso egipcio más humilde). Además, en el caso de el hipogeo egipcio, como en el del Valle de los Caídos, encontramos un exterior con galería de arcos y un conjunto de terrazas, que en el caso del Valle de las Reinas servían para ritos y ofrendas, además de jerarquizar a los asistentes, en este caso algo similar. Así que siempre me da una sensación como de "tumba de faraón"... no se si andaré muy desencaminado. La frialdad de la construcción es casi hasta insultante. Sólo dos escudos, a ambos lados de la galería, rompen con los bloques bestiales de los pilares.
El acceso es sobrio.... una tienda aparece a la izquierda, donde se pueden encontrar regalos de todo tipo, pero claro, al mezclarlos con el simbolismo del espacio, cogen otro tono.... (Alguien se pondría una t-shirt del Valle de los Caídos?). Luego aparece el impresionante corredor abovedado, de una regularidad extrema, una verja austera y que da enorme sensación de seguridad, dos ángeles custodios de semblanza terrible con unas espadas que quitan el hipo, como diciendo..."cuidadín".... todo estudiado y trabajado con obvio objetivo. Suelo impoluto, guardias de seguridad, tapices enmarcados con historias de la España más brillante, apliques luminosos de forjado castellano... a cada lado, de repente, aparecen una serie de misteriosos encapuchados tallados en roca a los que no se les ve el rostro y de presencia inquietante.... como diciendo, "de nuevo cuidadín". Llegamos y se estaba produciendo la misa.... tuvimos que esperar una media hora y pude observar la celebración. 9 sacerdotes para no más de un centenar de personas, misa cantada, lenta y ceremoniosa. En la consagración curiosa performance en la que se apagan las luces de la parte basilical y sólo unas luces cenitales iluminan al Cristo colgante y a los curas, guau, un efecto muy bueno de veras, impresionante. Monaguillos de los de libro, impecables, un par de gorilas cortan el acceso a los bancos de los fieles.
Al acabar el acto podemos acercarnos y ver el espacio con detenimiento. Cuatro ángeles de apariencia amenazante protegen en los cuatro puntos cardinales el espacio circular donde está el altar, claro homenaje al Panteón de Roma, eso sí con un cúpula decorada con un terrible mosaico frío y sin ningún sentido de profundidad. A los piés del altar, mirando hacia Cristo, la tumba de José Antonio Primo de Rivera. Detrás de altar, detrás de la figura de Cristo y mirando hacia los asistentes y el mundo, la tumba de Francisco Franco, todo muy bien estudiado y medido, o eso me parece a mi.
El lugar está diseñado para imponer, y lo consigue, pero no desde la emoción, ni desde la belleza, sino desde la frialdad, el tamaño y cierto temor. La imágenes y estatuas no evocan la piedad, ni otro tipo de sentimientos, sino la seguridad, la fuerza y lo implacable.
Un lugar, como digo, interesante de visitar, con respeto y ojos abiertos. Creo, en mi opinión, que las cosas están ahí como tienen que estar, hablan por sí solas. Sólo añadiría, sin querer entrar en polémicas de ningún tipo, que, los caídos por la patria tienen su homenaje en una de las capillas laterales (dicen que cerca de 40.000 personas de ambos bandos), pero debería haber información más clara sobre las personas que perdieron la vida en su construcción, porque de ellos nada se habla.
Dios mío (nunca mejor dicho) qué espanto.
ResponderEliminarEs un lugar interesante Jesús..... deberías visitarlo, seguro que sabrías sacarle su jugo, un abrazo.
ResponderEliminarEjem, ejem, ¿Seguro que no sabía vd. qué fecha era?
ResponderEliminarTe aseguro que ni idea.... me di cuenta al llegar.... pero no había ningún tipo de reunión especial, tampoco tenía porque haberla la verdad.... no seas mal pensao Gutifa, jajajaja, abrazos
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