viernes, 30 de mayo de 2014

A LETTER TO THREE WIVES (1949) Joseph L. Mankiewicz

No vamos a descubrir ahora el meticuloso y exquisito cine de Mankiewicz, pero quizás esta película, pese a llevarse un par de Oscars, no sea de sus productos más célebres. Tiene varios argumentos para hacer pasar un rato más que agradable a la concurrencia. Por un lado, la fenomenal dirección y dirección de arte, por otros, los excelentes diálogos y la muy solvente presencia de un jovencísimo Kirk Douglas. Impregna la cinta un patrón machista de aquella sociedad norteamericana de posguerra en el que la mujer era una especia de florero y el hombre tenía que ser motor del núcleo familiar, la crítica a ese sistema es meridiana. La profesión de Douglas y los mensajes que lanza, el ataque feroz a la dueña de la radio, y sobre todo, los flash-backs de las tres mujeres protagonistas cuando reciben una carta en la cual, una amiga común (que no llegamos a ver en pantalla en ningún momento) les dice haberse fugado con el esposo de una de ellas, son argumentos interesantes.

Lo que pasa por sus mentes, sus miedos e inseguridades, todo ello envueto en un preciosos papel de celofán de fotografía impecable y humildes espacios de interior. A todo ello, que no es poco, añadamos la presencia de Linda Darnell, una femme fatal de voz grave y actitud portuaria, llena de ambiciones pero, como casi siempre, también de grandes fragilidades... es quizás el personaje, junto a su marido, más interesante de esta más que buena película.



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