Un buen amigo me ha regalado este valioso objeto, muy entrañable para mi.
Por lo visto un conocido de él ha comprado una vieja máquina de imprenta que debía pertenecer a un taller impresor ubicado en la zaragozana calle de Cantín y Gamboa. Entre todo el material que incluía la vieja máquina le han aparecido un montón de placas de impresión y, entre ellas, esta pequeña, utilizada seguramente para elaboración de un documento administrativo o factura del negocio familiar de mi abuelo. Cuando la vió se acordó de mi y la rescató del resto, trayéndomela personalemente. Una pequeña limpieza inacabada ya ha sacado a la luz la limpieza de su tipología. Muy curioso que. casi 70 años después este viejo objeto vuelva a la familia.
La vida es así de caprichosa. Me alegro mucho que vuelva a donde debía. :)
ResponderEliminarMás me he alegrado yo, un abrazo
ResponderEliminarGenial la historia. Volvemos a la vida que atesoran los objetos encontrados, en este caso, más que nunca.
ResponderEliminarAsí es.... la antropología familiar es un aventura maravillosa, es como las matemáticas o las ecuaciones, tirando de el inicio puedes encontrar o descifrar incógnitas actuales... un abrazo
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