Leo con gran tristeza el pésimo panorama al que se enfrenta un precioso y estupendo mercadillo dominguero de Zaragoza, el ubicado en la Plaza de San Francisco. Este mercadillo está formado por varias decenas de puestos, la gran mayoría regentados por coleccionistas de sellos, monedas, minerales, memorabilia de cine, postales, un excelente puesto de vinilo, unos pequeños puestos muy humildes artesanos, algo de antigüedad, venta de cromos y algo de juguete.
El mercado es muy importante, es cultura, es intercambio y conocimiento. Estas personas no se ganan la vida con ello, casi todos son jubilados o tienen trabajos de otro tipo dedicando el domingo a su afición preferida (me consta). Hay buenas personas y buenos amigos en esos puestos, gente devota del coleccionismo, culta e importante. Recicladores de lo que nadie quiere y encontradores de tesoros olvidados.
Además, la zona en domingo palpita. Las terrazas se llenan, la gente se toma sus cafés, los comercios adjuntos venden alguna cosa, la plaza respira vida, la gente se saluda, se comunica, intercambia sabiduría de la buena.
Pagan 36 euros al trimestre por poner una mesa de camping y cuatro cacharros, que ya está bien. Ahora les pretenden hacer pagar 150 euracos al mes, tela. Esta es la noticia de hoy en El Periódico de Aragón:
"Más de 30 años de antigüedad.
Una profesión que pasa de padres a hijos. Desde hace años, el mercadillo
del coleccionismo de Zaragoza se instala los domingos y los días
festivos en los porches de la plaza San Francisco, durante toda la
mañana. Este año, los 25 puestos se enfrentan a una renovación de
licencias impuesta por el Ayuntamiento de Zaragoza. Como consecuencia,
muchos vendedores se están quedando por el camino.
Hasta ahora, alrededor de seis coleccionistas han decidido
abandonar ya su puesto porque no pueden hacer frente a los requisitos
que se les exigen, según explican los vendedores. La nueva normativa a
parte de "arrasar" la actividad, también está generando enfado y
malestar entre aquellos que, de momento, sobreviven a la legislación.
La ley exige a los comerciantes regularizar su situación
tributaria y la seguridad social. Esto les supone pagar unos 150 euros
mensuales aproximadamente, frente a los que 36 euros por trimestre que
han abonado hasta ahora. El gran aumento de los costes está siendo un
gran golpe para estos mercadillos cuya ganancias, al día, no supera un
puñado de euros. Los vendedores estiman que en un año desaparecerá por
completo el mercadillo. Según explican fuentes del ayuntamiento los
comerciantes todavía están en el plazo que se les dio para renovar las
licencias, "pero más de 4 o 5 ya se han dado de baja porque no pueden
hacer frente a la nueva normativa".
Desde el consistorio defienden la medida porque la
consideran fundamental para que se cumpla tanto la normativa estatal
como la autonómica. Aclaran que esta decisión atiende a una resolución
del Gobierno de España sobre la regulación de las actividades económicas
en cada municipio.
"La venta ambulante ha cambiado en nuestros días. Es normal
que a los mercadillos se les pida algo más que antes porque se ha
modificado la temporalidad de ventas. A nosotros Hacienda nos pide un
cierto rigor y regulación de esta actividad comercial y, por ello,
debemos exigirles a los vendedores ambulantes ciertos requisitos",
indican desde el consistorio. Añaden, además, que cada mercadillo de la
ciudad cumple con un reglamento específico y debe pagar unas tasas
económicas.
En el lado contrario, los vendedores rechazan las nuevas
reglas, que tachan de "injustas" e "innecesarias". Además, lamentan que
desaparezca un negocio que con una dilatada historia en la ciudad. Los
25 puestos de venta de postales, sellos, monedas y otros artículos están
regentados por jubilados y por coleccionistas que no buscan obtener un
beneficio. La mayoría de ellos, lleva más de 30 años en la plaza San
Francisco. De hecho, lo consideran más "una afición" que un negocio
porque no buscan lucrarse con las ventas. Así, los comerciantes han pedido al ayuntamiento que sea más
flexible y que no les exija pagar unas tasas económicas que no son
equiparables con sus ganancias. Si la situación no cambia, auguran, el
mercadillo del coleccionismo tiene "los días contados".
(Foto: Heraldo de Aragón)
Por fin y gracias a nuestro ayuntamiento, sabemos quien ha llevado el país a la bancarrota....!!
ResponderEliminarLos jubilados que cambian cromos viejos sin dar su parte a la hacienda pública!!
A por ellos..!
Cierto.... ciertísimo:
ResponderEliminarESTAFADORES A HACIENDA
- cambiadores de cromos
- vendedores de monedas
- vendedores de vinilo
- vendedores de scalextric
- vendedores de otras etnias en cualquier rastro (subsaharianos, gitanos, rumanos)
- coleccionistas de juguetes
- coleccionista de cámaras de fotos
- coleccionistas de clics
- vendedores de sellos...
y los más peligrosos de todos...
- VENDEDORES DE TEBEOS!!!!
Y Pujol tocándose los huevos en el chalé.... país de mierda.
Abrazos Dani
Cierto !, olvidaba los peligrosos vendedores de tebeos...
ResponderEliminarLos paraísos fiscales ya no saben que hacer con tanto vendedor de tebeos ....
Y qué decir de esas mujeres que hacen pins de ganchillo en la Plaza de San Bruno?????..... ahí se están escapando los euros a chorros.... yo creo que la más defraudadora de todas es una anciana que se pone en la Plaza de San Francisco que hace pequeñas piezas de marquetería y unos vestidos de punto para muñecas, a prisión con la abuela!!!! que no hay derecho hombre!!!.... eso sí, Fabra en el chalé jugando al mus.... puta mierda
ResponderEliminarPero... ¿Ana Botella es la nueva alcaldesa de Zaragoza? No, ya veo que no, pero parece ser que en todos sitios cuecen habas.
ResponderEliminarParece que estén probando a ver hasta donde pueden llegar, o tal vez sea peor, y mientras protestáis cabreados por tamaña falacia, filtrada por el concejal de turno, os colocarán sin que os enteréis, un impuesto por respirar, eso sí, con efecto retroactivo.
No me salen más insultos que los habituales en estos casos.
Un resignado abrazo
No Guti, el Alcalde de Zaragoza es Poltronas Jaffar y la ciudad está en quiebra, tiene una deuda terrible, .... y hay que sacar de todos lados, sobre todo de los de a pié, hay que pegar un pelotazo rollo tranvía antes de la jubilación y otras cosas por el estilo....
ResponderEliminarCoñas aparte, Belloch, Botella, qué mas da?... pasaron los tiempos de aquellos alcaldes a pié de puesto de mercadillo (Tierno, etc)...
Abrazo fuerte
Pero qué me estás contando... De verdad, qué ascazo, que poca visión, y que cojonazos...
ResponderEliminarAbrazo postvacacional, por cierto.
Abrazo Ivanovich!
ResponderEliminarMe parece lamentable, una manera directa de cargarse un mercadillo que no hace ningún mal a nadie, fomenta nuestros usos y cultura, pero lamentablemente los que mandan están con la idea de arruinar a todo el mundo y liquidar cualquier actividad decente basándose en estúpidas normativas que ellos se inventan. Espero que el mercadillo pueda seguir celebrándose en algún local si finalmente tienen que irse de allí, de pena. Por cierto, un placer estar por aquí, muy buen blog ;) Saludos!!!
ResponderEliminarGracias por tu opinion Thunderstruck, opinión que comparto.... welcome!!
ResponderEliminarUna vergüenza más del país en el que nos está tocando vivir.
ResponderEliminarHe estado en esa plaza alguna vez comprando monedas y es un curioso lugar para pasar un rato de mañana de domingo en la ciudad. Una gran pena si desaparece.
Una vez más se demuestra que es más sencillo aplastar (o sacar el dinero)al débil que al fuerte y nuestro alcalde antes de irse(o de que lo echen)tiene que hacer frente a los gastos de inversión para el nuevo recorrido del tranvía, con las consiguientes comisiones que el las instancias pertinentes, todo dios se va a llevar.
Saludos. Sergio
Es una pena Sergio, correcto, pero ya sabemos de qué va este juego.... pero lo peor de todo es que es ESTÚPIDO porque NADIE GANA con algo así, es miseria y esa gente, los domingos, son cultura y generan recursos y personas en la plaza.
ResponderEliminarUn abrazo