De excepcional tildaría yo esta exposición. No es habitual ver en Zaragoza una colección tan delicada de cuadros desde el XVII hasta el XIX, algunos de ellos, como los Madrazo, Brueghel el viejo, Luca Giordano, Mengs o Juan van der Hamen, poco habituales por estas tierras.
Instalada con primor, estudiada y con un ecléctico abanico de estilos y tendencias, todas ellas unidas por el objeto como protagonista de la imagen, como mensaje. Algunos son importantes, otros un guiño secreto, o simplemente una pieza secundaria.... pero la colección de obras expuesta, a mi entender son de alto nivel y sabiamente elegidas para hacer uno exposición accesible y que brinde a muchos la posibilidad de conocer a autores, como Batoni o aquellos buenos pintores afincados en la corte española y que dejaron auténticas maravillas en manos de nuestros coleccionistas monarcas.
Sólo por ver esta exquisita "Felicitación de cumpleaños" de Madrazo, ya merece la pena.
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