lunes, 7 de septiembre de 2015

No hable, no piense, diviértase

Siempre he admirado a Chicho Ibáñez Serrador, me encanta su trabajo televisivo y cinematográfico. También he visto con detalle relojero las apariciones de su padre, el estupendo actor Narciso Ibáñez Menta.

Estos días estoy reviendo toda la serie de "Historias para no dormir", una obra maestra de la televisón. Hecha en blanco y negro, con excelentes intros protagonizadas por Chicho, homenaje total a Hitchcock. Estas historias, con excelentes guiones de Peñafiel, son muchas ellas adaptaciones de clásicos de la literatura de Poe y otros, en mi opinión  muy reseñables.

Entre sus actores protagonistas se encuentran grandes presencias de los 60-70 en España, además de actores de doblaje que, en estas sencillas producciones, tienen oportunidad de desenvolverse en papeles bonitos y atractivos.

Es muy paradójico que producciones hechas con tanta humildad de medios y tantas limitaciones puedan mantener en vilo la atención, generar un suspense tan importante y promover la reflexión.... emocionan, son grandes trabajos.

También resulta chocante como algunas de estas obras consiguió pasar el corte de la censura franquista, como esta formidable e histórica NN23. Quizás demasiado emotivo en algunos pasajes, pero profundo y cabrón al máximo, el capítulo de NN23, hecho para ser algo más, te reconcilia con la televisión y te retrotrae a aquellas producciones que, hasta pasada la transición, querían dar algo más que audiencia, querían hacer pensar un poco. Gran Chicho, cómo se le echa de menos.


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