Uno de los lugares que más me gustan de Madrid es la auténtica y bien conservada Estación Delicias, retirada del uso, y convertida en el Museo del Ferrocarril. Fascinantes piezas que merecen repetida visitas, maquetas, piezas, vehículos en un ambiente encantador.
Yo también lo he visitado. Es maravilloso. El equivalente a lo superbestia es el de York. Ése ya es un desparrame sideral, como para quedarse a vivir. Si vuelves a Inglaterra, plantéatelo como deber ineludible.
ResponderEliminarAh! También visité uno, pequeñito, en Gijón.
ResponderEliminarTomo buena nota de esos dos museos.... fuerte abrazo
ResponderEliminarEsas butacas de los vagones de talgo que en su época eran el no va más....
ResponderEliminarYo suelo ir a menudo a delicias cuando ponen el mercadillo. Imprescindible tomarse un café en el coche de Wagons-Lits.
Un abrazo
sí, imprescindible, pero estaba en reformas, cagüen.....
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