domingo, 26 de marzo de 2017

EL NACIMIENTO DE UNA NACIÓN (1915) D. W.Griffith

Esta película es, además de la obra maestra del director, la película que consagra la historia del cine. En ella se aplican, por primera vez, muchos de los mecanismos del cine moderno, seguramente por la formación autodidacta y experimental de su director, alejada de los mecanismos teatrales, rígidos y aburridos de Europa (inmersa en conflictos), que luego fue sobradamente sobrepasado en talento. Su innovación, y ser la primera, es lo que le otorga su valor. 

Tres horas de metraje que se inicia con la guerra de secesión y que acaba en un ideario de ultraderecha presentando al Ku Kux Klan como el paradigma templario de la salvación de la raza aria, defensor de la libertad, ante las hordas de negros descontrolados.

Griffith, defensor de las causas sudistas, impregna su ideología racista y de extrema derecha en un filme que fue un éxito clamoroso (vaya paradigma) convirtiéndose en una de las cintas más taquilleras de la historia, con colas interminables y visionados de repetición.

Hay que verla con los ojos de la historia y el conocimiento, como un producto cinematográfico innovador y sorprendente y alejarse de tan brutal alegato de supremacía racial.

Hacía 20 años que se había inventado el cine y por fin, alguien, plasma con toda la sapiencia herramientas como el primer plano, el montaje en paralelo, la profundidad de plano, la narración en una historia en su conjunto (no escenas sueltas), forjando los pilares del cine clásico.




No hay comentarios:

Publicar un comentario