sábado, 29 de abril de 2017

REBECCA (1940) Alfred Hitchcock

He visto muchas veces Rebecca, hay gente que la ha visto y no recuerda que ya la ha visto, es una película capital. Siempre he dicho que este film lo tiene todo, o casi todo. La sabiduría de Hitchcock de realizar un producto que enamore a los sabios y embelese a los que solo busquen entretenimiento, una elenco de actores en absoluto esplendor (Alguien se figura a un Maxim de Winter sin ver la cara de Laurence Olivier?), una dirección de fotografía maravillosa, mil y un trucos utilizados con esmero, un guión de hierro, destila perfección. Al año siguiente se hizo una peliculilla llamada Ciudadano Kane que "coge" algunas cositas de esta Rebecca, pero Welles no busca el aplauso del público, es otra cosa, Alfredo quiere llenar la sala. Nadie ha parecido más vulnerable y sensible que Joan Fontaine, nadie tan atormentado como Olivier, nadie tan caradura como Sanders, nadie tan malvada como Judith Anderson, nadie tan fiel como Reginald Denny, nadie tan impertinente como Florence Bates, nadie tan noble y justo como C. Aubrey Smith, personajes paradigmáticos.

Creo, que si tuviéramos que mandar una veintena de películas al espacio, una de ellas debería ser esta Rebecca de 1940, lo tiene todo, o casi todo.


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