No soy muy amante de dejarme el tiempo y el dinero en museos de ciudades a no ser que sean "distintos" o imperdibles por alguno de sus contenidos, casi siempre suele ser un atracón rápido en el que es difícil paladear las cosas. No es el caso que me ocupa.
El Museo de la Farmacia de Lisboa está en una ubicación deliciosa, desde su terraza puedes ver una vista de la ciudad formidable, tomarte un café o comer en su excelente restaurante, tematizado con tono "retro farmacia" o tomar el sol en una sofá encima de la hierba. Pero el museo está muy vacío de visitantes. El contenido es soberbio. Hay unos escenarios incríebles que reproducen los diversos tipos de farmacia a lo largo de la historia y el planeta, magnífica la colección de publicidad, sensacional esos materiales farmacéuticos espaciales rusos, delicados todos los utensilios coloniales, los botiquines históricos, los frascos imposibles. Una joya.
Muy interesante !! Yo vi uno en Florencia muy chulo, yo disfruto mucho mas estos museos q los típicos de obras de arte de las q entiendo cero!!! Saludos desde huesca
ResponderEliminarSon cosas distintas.... el arte requiere mucha explicación, conocer los significados, en los "grandes almacenes" de arte es muy difícil profundizar.... en cambio, estos museos que tienen discurso y aúnan historia, sociedad, tecnología, humanismo y ciencia en definitiva, muchos nos sentimos como peces en el agua...... abrazos Pedro
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