jueves, 10 de agosto de 2017

STRANGER THINGS (2016) Duffer Bros

Bienvenidos a los 80. 

Una querida amiga me recomendó Stranger Things, "Antonio, la tienes que ver", seguramente porque sabía que soy cinematográficamente hijo de Poltergeist, Encuentros en la Tercera Fase, Jaws, Star Wars, Creepshow, Tales of Suspense, Galáctica, Space 1999 y Alien.

La serie es un homenaje de los sentidos a aquel cine de entonces, la banda sonora, la música, los actores, los anocheceres degradados, el bosque, el microuniverso reducido a un pequeño pueblo, la temible central..... tiene todo el encanto de lo naif, de cuando el cine era entretenimiento pero ojo, hecho con sabiduría artesana y escasez de efectos por falta de presupuesto pero con un guión enormemente robusto detrás. Se dejan atrás los filtros de color muertos, vuelve la paleta de 1977, vuelven el verde de los árboles, el color de la tierra, el azul de las piscinas y el marrón de la pana, los personajes son normales, no arquetipos idealizados, los nenes son los feos de la clase, el sheriff tuvo mejores tiempos, el guaperas vuelve a ser ridículo, las escafandras vuelven a tener textura, la chica es poco atractiva, el teenager bueno no es guaperas y escucha cassettes de The Clash y Joy Division (gracias por meter a Joy División Duffer Bros!!!).....

Además, hay un termómetro a la hora de ver una serie episódica, es el "ansia por otro capítulo". En este caso el hambre que te queda al terminar cada periplo es tal que, si tuvieras tiempo, te verías las 8 entregas de una tacada, como han hecho muchos.

Mención aparte al casting, en mi opinión de lujo, excepto por una sobreactuada (a veces) Winona Ryder, honesta en su dejadez eso sí. Gran descubrimiento esa delicada, intensa y brutal niña llamada Millie Bobby Brown, nacida en Marbella según tengo entendido. Sobre ella, su mirada, su energía, pivota mucho de lo bueno de este cuento Goonie. 

Es todo tan entretenido, tan cinematográfico y tan excelente que casi rechina ese capítulo final que te devuelve un poco al exagerado estándar de lo digital y los efectos, todo ello a lomos de bicicletas yankees en vuelta de tuerca a Súper 8 y The Goonies.

Si no la han visto y les dan pereza las series, vean Stranger Things, con ojo de 14 años y muchas ganas de pasarlo bien, como si estuvieran sentados en la butaca del perdido Cine Fleta con cubeta de palomitas en mano y Fanta naranja en ristre.


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