viernes, 13 de octubre de 2017

JUAN PERRO (12/10/2017) ZARAGOZA

Hacía unos cuantos años que no veía al bueno de Santiago Auserón en directo. Quizás sea uno de los artistas que más veces he escuchado subido a un escenario, es un enorme ejemplar musical, quizás de lo mejor del país.

El zaragozano tenía la noche jocosa, estableció canales de complicidad con un veterano público cincuentón (entre los que me incluyo), enarboló su docto verbo, dio su ponencia literaria, lanzó los dardos contra el sistema mass-media musical y sacó su tono racial, íbero, latino, maño, con deleite, casi con gozo. 

Sigue en plena forma vocal, es un gran artista, lleno de sensibilidad, rodeado de una banda impecable, que sonaron con pulcritud deliciosa. Pero la verdad, pensaba que el bueno de Auserón, en un momento dado, y en clara consonancia con su forma de evolucionar a nivel creativo, iba a despegarse de ese espacio soul/latino/new orleans en el que llegó hace ya un tiempo y del que, por desgracia, no ha sabido salir. Ahí sigue el hombre.

Vibré con una pequeña y exquisita delicia pop como es "No más lágrimas", me aburrí con el resto de un repertorio sumamente agradable para disfrutar en un pequeño club lleno de humo, una copa de vino y la intimidad de las sombras, pero tedioso para un concierto abierto ante miles de personas, más de un bostezo se me escapó. También tengo que decir queridos amigos, que soy amante de las potentes descargas adrenalínicas subidas a las tablas, y esto es la antítesis.

El Perro se ha convertido en un artista pulcro y mínimo, de matices deliciosos más cercanos a Cohen o a algún crooner de las calles del sur de Estados Unidos, para paladearlo casi en intimidad, pero como show resulta un producto aburrido, y, como siempre digo, "la máxima es no aburrir".

Lo dicho, una perla, pero ya muy vista, poco creativa, algo cansina, carne de club. Me encantaría que alguna vez rescatara su vena pop, incluso rock, porque ando ya un poco cansado de cigarritos, agua de limón, bachatitas, calypsos y otras más que respetables hierbas latinas. No espero "radiofuturadas", pero estoy convencido que recibiría con los brazos abiertos un producto más eléctrico, pero mucho me temo que al aragonés ese tema le importa un pimiento.

Un lujo tener un paisano así, todo es cierto.


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