ESPERANZA

En un día triste para este humilde bloguero, que ama Barcelona, adora Altafulla, veraneó 17 años en Calafell, disfruta de cada calle de Tarragona y cuenta por decenas sus amigos catalanes, queridos, valiosos, cultos, emprendedores, divertidos, fieles... unas frases para la reflexión de algunas mentes que merecen escucha y un apostillamiento personal:

"El nacionalismo es la extraña creencia de que un país es mejor que otro por virtud del hecho de que naciste ahí".

George Bernad Shaw

"El nacionalismo es una enfermedad infantil. Es el sarampión de la humanidad".

Albert Einstein

"Patriotismo es cuando el amor por tu propio pueblo es lo primero; nacionalismo, cuando el odio por los demás es lo primero".

Charles de Gaulle

"Todo imbécil execrable, que no tiene nada por lo que enorgullecerse, se refugia en este último recurso, de vanagloriarse de la nación a la que pertenece por casualidad".

Arthur Schopenhauer

"El nacionalismo es una inflamación de la nación, igual que la apendicitis es una inflamación del apéndice".

Fernando Savater

"Nacionalismo y patriotismo son dos de las fuerzas más maléficas que hemos vivido en este siglo, causando más muertes y guerras y destruyendo al espíritu y muchas vidas humanas de manera más masiva que cualquier otra cosa".

Oliver Stone

"El nacionalismo se cura viajando".

Camilo José Cela

"El nacionalismo es hambre de poder atemperada por el autoengaño".

George Orwell

"Amo demasiado a mi país para ser nacionalista".

Albert Camus

"El nacionalismo, lo mismo el centralista que los periféricos, es una catástrofe en todas sus manifestaciones".

Mario Vargas LLosa

"Tanto el capitalismo como el nacionalismo son fruto de la obsesión por el poder, el éxito y la posición social".

Aldous Huxley

"No reniego del patriotismo pero primeramente soy un ser humano, y cuando ambas cosas son incompatibles, siempre le doy la razón al ser humano".

Herman Hesse

"El nacionalismo es la chifladura de exaltados echados a perder por indigestiones de mala historia".

Miguel de Unamuno

"Hay dos tipos de patriotas, los que aman a su país y los que aman a los que gobiernan a su país. Lógicamente los gobiernos consideran más patriotas a estos últimos".

Jaume Perich

"En España de cada diez cabezas, nueve embisten y una piensa".

Antonio Machado

En estos días de extremos, de blanco y negro, de pérdida de tiempo y abandono de todo lo maravilloso y bueno que tenemos por un extraño debate que, curiosamente, hace 6 años no existía (analicen ustedes por qué), recomiendo, desde la humildad, la revisión histórica de nuestro país. Hecha desde la mesura. La lectura de libros de historia contemporánea europea, española, incluso latino americana. Pocas cosas pueden ser tan gratificantes.

Porque desde esa plataforma, la del conocimiento, la de los hechos, se pueden entender muchos de los comportamientos que vemos. Estas lecturas nos ayudan a tomar opinión, razonada, de grises, sin vena inflamada, sin bayoneta calada, sin arremeter contra nadie.

Una persona ingenua, no versada, sin conocimientos ni inquietudes por buscar la verdad, puede ser fácilmente engañada, manipulada, lanzada contra el puño mientras el manipulador, gustosamente, se despepita sentando en su sillón. Tiren de biblioteca, huyan de la víscera y apacigüen su ánimo en los viejos volúmenes de Historia Contemporánea Europea, tiren desde el XVII, vayan al origen de todo, el poder, el dinero y el estatus, huyan de la televisión, lean a los catedráticos.

Desde aquí, desde la humildad máxima, todo mi cariño y mi deseo de que todo mejore para mis amigos catalanes y del resto del país. Son muchos, siempre amables, siempre inteligentes, siempre compartiendo, siempre enseñando, siempre aprendiendo.

Y revindico una mirada hacia la ESPERANZA y no hacia el pesimismo, porque en esos libros, que tanto me gustan, también pone como transcurren estas cosas, a veces con mucho dolor, eran otras épocas, yo creo que ahora con dolor pero venido desde la frustración, más que desde la bala.

Y todo pasará, y volveremos a ir a Massadas, a comer paellita a Altafulla y a reir en la Granja Pallaresa de Barcelona con el amable camarero de siempre, que por cierto, es de Murcia, como el churrero que hace los ricos churros que ahí despachan.