Sencillamente exquisito. Alejado del centro, en tierra de nadie. Una vieja fábrica reconvertida en un delicioso paseo por todas las innovaciones industriales del hombre de los últimos 150 años.... muy didáctico, muy bonito, muy evocador. Los fines de semana cocinan galletas con enorme éxito, un pequeño cine de época, una colección de motos de quitar el hipo, recreación de comercios, aulas, gasolineras.... en fin. Imperdible para cualquier amante de lo industrial, incluso de lo pop.
Un sueño!
ResponderEliminarJesús, un espacio exquisito, fuerte abrazo
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