domingo, 31 de diciembre de 2017

LENTILLAS EN VEZ DE SCALEXTRIC

La debacle del comercio histórico barcelonés no tiene fin. Un auténtico desastre del tejido comercial de calidad, diferencial. Una política brutal de alquileres que sólo las franquicias mass-media puede soportar. Ni caramelos, ni juguetes, ni churros, ni filatelias, ni tiendas de turrones ni las mil y una cosas que nos hacen la vida feliz pueden aguantar el precio del metro cuadrado en la capital catalana.

En el caso de Palau, por lo menos, han dejado el rótulo. De las míticas jugueterías del centro, cinco legendarias que yo recuerde, no queda ninguna. Donde antes vendía sueños, hoy venden lentes de contacto.


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