Una pena. Son parte de la historia juguetera de Zaragoza, sin duda. Fue en 1954 cuando Francisco Tarongi abrió las puertas de Plastylon, unas de las tiendas de Scalextric, maquetismo, modelismo, Ibertrén, más importantes de la ciudad. Me paso a despedirme de su hijo Carlos, heredero del legado verde, compartimos conversación y alguna emoción ante estanterías casi vacías. Me cuenta como le robaron hace unas fechas la banderola verde sublime que tenía la juguetería, todo un icono, y como los chavales ya no juegan con coches de Scalextric, simplemente no les cabe en la cabeza. Los tiempos cambian y nuestros espacios de referencia se pierden. Lo digital ha cambiado el universo, ya no se cambian escobillas ni se limpian con alfileres los motores de los viejos slots, tampoco se renuevan neumáticos ni se queda con los amigos/hermanos/primos a correr unas vueltas y ajustar pistas, que me perdonen, pero vaya pérdida.
Hace un tiempo tenían un cartel en el escaparate en el que anunciaban que no reparaban coches que no hubieran sido vendidos en ese establecimiento... ¿..?? Aparte de ser una medida muy poco comercial en todos los sentidos, revelaba un cierto resentimiento social hacia sus potenciales clientes. Una vez les compré un coche, pero las veces que entre a preguntar por algo, la mirada era de desconfianza y el trato bastante cortante, del tipo de "si no vas a comprar, no molestes". Yo creo que no llegaron a entender que el cliente de sus productos, compra un capricho.. , Que además le cuesta decidirse y que solo compra cuando lo tiene claro.. y eso supone varias visitas, preguntar, valorar, etc.
ResponderEliminarSi querían ventas rápidas deberían haberse dedicado a comerciar con patatas, pan, o cualquier otro bien de primera necesidad.
Yo no los echaré de menos.
Je, no eran un alarde comercial, cierto, pero eran arte del escenario..... yo sí los echaré de menos, un abrazo
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Daniel en que no derrochaban mucha simpatía y todo era desconfianza y presión hacia los clientes.
ResponderEliminarPero siempre los recordaré con cariño por lo que representaron en mi infancia y por los artículos que decoraban sus vitrinas.
JE..... pienso igual saludos Héctor....
ResponderEliminarDaños colaterales de un mundo globalizado en el que la tienda física va a desaparecer y va a ser sustituida por almacenes de Amazon con mano de obra esclava.
ResponderEliminarUna pena el cierre de este establecimiento mítico, como también la juguetería Trenexpresso de la Gran Via, las librería Lepanto donde mi padre me llevaba a comprar libros de la segunda guerra mundial de la editorial San Martín o la librería militar Reyes donde cada vez que me llevaba un volumen te tirabas una hora hablando con el librero.
Bueno, por lo menos recordaremos haber vivido un mundo diferente del actual en el que para confirmar un dato se iba de memoria a un capitulo de un volumen X en vez de teclear en wikipedia.
Han cerrado Trenexpreso? creo que sigue abierta....
ResponderEliminarTrenexpreso es ahora una tienda de playmobils y muñecas, liquidaron todo de modelismo, slot etc. Cerrada no está pero como si lo estuviera.
ResponderEliminarVaya pena, pensaba que seguían vendiendo modelismo.....shit!
ResponderEliminarUna lástima sí, hay establecimientos, tiendas que no deberían cerrar jamás, independientemente de las dotes comerciales o de la sobriedad de sus dueños, forman parte de la cultura, y parte intrínseca de la ciudad. No resido desde hace años en Zaragoza y cuando puedo visitarla no dejaba de pasar por ahí, contemplar el escaparate, y algunas veces entrar, una pena haberme encontrado esta vez esta mala sorpresa.
ResponderEliminarTren Expreso otro icono, que como dicen hace años que desapareció su esencia del modelismo etc, finalmente también en liquidación, otra pena...
Mayor pena es que los padres de hoy en día no sepan inculcar a sus hijos que también hay diversión fuera de lo digital, es más fácil dejar que pasen horas entre millones de descargas y actualizaciones que invertir un poco de tiempo en ellos y enseñarles cómo montar una pista de scalextric o hacer una maqueta...
Anónimo, totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarlas texturas, el pegamento, los errores, la frustración, el juego, las perspectivas, el juego de mesa, la imaginación, el tacto, ..... el olor de un motor de Scalextric, el proceso de montar un Ibertren.... el juego con Madelman en la tierra, entre plantas reales, charcos o rincones de piedra, la arena, las boletas, ..... en fin..... lo humano.
No tienen ni puñetera idea de lo que se están perdiendo.
Un abrazo y gracias por comentar
Tiempos que no volverán..
ResponderEliminarEn los años 1976 y 1977 íbamos mi hermano, mi primo y yo a comprar chicanes, curvas, cambios de rasante, carrocerías, neumáticos..de Scalextric..
Cuando estaba el hijo, lo sabíamos porque tenía una Puch amarilla que siempre nos quedábamos mirándola!!
Buena anécdota esa de la Puch y excelente esa compra. Un saludo
ResponderEliminarA veces pienso que esos buenos tiempos están muy lejanos, pero veo afortunadamente, que no tanto...
ResponderEliminarMe alegra pensar que hay alguna persona por aquí ( Antonio) que también se fijaba en la Puch amarilla....
Un saludo a todos los que andáis por aquí y que hace unos cuarenta años pilotabais un Ferrari B3 fórmula 1 o un Sigma, Mini, Lancia Stratos, Porsche carrera, Porsche 954 y hasta algún Ford Mustang!!
Amigo, has abierto la Caja de Pandora.... Ferrari B3 Formula 1 rojo, Tyrrell Ford amarillo, Mercedes Wankel blanco, Chaparral rojo, JAguar E blanco, Sigma blanco, Brahman verde, Porsche 917 blanco, ..... esas sensaciones son maravillosas, un abrazo
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