Me entristece mucho la pérdida de Camilo Sesto. Para mi, el mejor cantante melódico español de finales del siglo XX. Un enorme abanico de canciones míticas, la innovación de traer un musical valiente como Jesucristo Superstar a España antes de la muerte de Franco, la composición de mil y una canciones mágicas para él y para otros.
Y me duele que, como otros muchos, haya muerto tan poco reconocido y querido. Adorado en América como un Dios viviente, criticado y vilipendiado en España, de la que huía como gato escaldado. Sus últimos años no fueron los mejores, perdió su única y especialísima voz y se hablaba más de su salud, sus cosas y sus afinidades que de su legado musical.
Hoy, que ha muerto, todos los telediarios lo ponen divinamente... hace poco, todos los espacios folletinescos lo ponían a parir.
Siempre me ha parecido un súper clase. Reconozco que estoy viendo un especial y no recordaba tantísimas canciones de primerísimo nivel. Y produciendo además. Al menos tuvo homenaje de su gremio antes de marcharse
ResponderEliminarCamilo fue una bestia talentosa.... pero cometió un par de errores en los 2000, con el Mola Mazo y entrando en algunos programas de televisión que lo ridiculizaron y convirtieron en una parodia, olvidándose del enorme legado que posee.... su imagen física, poco adecuada a su edad, tampoco le ayudó... pero eso son temas personales y poco serios, ... lo importante, su talento, sus canciones, su profesionalidad, fueron impresionantes.
ResponderEliminarAdemás, tiene un elemento diferencial con sus dos máximos competidores. Julio Iglesias no compone (sólo al principio de su carrera), Raphael jamás lo ha hecho. Compositor, productor, cantante prodigioso, letrista.... es único.
Abrazos