miércoles, 18 de septiembre de 2019

LA TOJA SE OLVIDÓ DEL LEGADO

La verdad es que la decepción fue un poco grande. Todos hemos escuchado hablar de la Isla de la Toja. Este espacio, enfrente de la población de O Grove es un lugar donde se encontraron en el XIX unos fangos termales que acabaron convirtiendo el lugar en enclave perfecto como Balneario, además de una ubicación donde se realizaban y fabricaban jabones y cosméticos apreciados por todos.

Se accede a la islita por un bonito puente decimonónico, que promete, pero luego te encuentras con un lugar matratado por el asfalto y que ha derruido toda la esencia de los grandes balnearios de principios del Siglo XX. Nada queda floreciente de aquel Gran Hotel de 1907, nada del Casino digno de reseña. Sí que permanece, cerrada, la vieja Iglesia completamente forrada de conchas de Vieira.

Tampoco aguantaron las viejas fábricas de jabones, simplemente una tienda bienintencionada y limpia, con algún objeto muy bonito, que evoca aquel momento. Es muy curioso porque las cosas más atractivas que tiene son objetos que no se pueden adquirir, ediciones viejas de productos de La Toja, nada de lo nuevo mueve al consumo.

Grandes personajes y personalidades han pasado largas temporadas en un lugar tan magnífico. Lástima que no se haya sido respetuoso con la historia, el estilo y la arquitectura de antaño.











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