Hacía mucho tiempo que tenía en la lista este peli de Rossellini, "La Máquina matamalvados". El título ya promete. Neorrealismo italiano con buenas gotas de fabulación. Se nota de donde ha mamado Azcona o Berlanga su obra, y es de estas potentes obras de Rossellini y De Sica. Huele a Plácido, a El Jueves Milagro o a Calabuch en cada escena.
En un un pueblo de pescadores atrasado y pobre en la costa italiana, un especialísimo fotógrafo se convierte, por mediación de un encuentro "especial" y que no voy a revelar, en ejecutor, a través de su máquina de fotos, de situaciones tremebundas dentro del intenso, italianísimo y profundamente inculto pueblito italiano. Un retrato, mordaz y definitivo, a todos los vicios de la sociedad, sea grande o pequeña. Esa reunión de prebostes en la alcaldía parece que se haya producido ayer en cualquier localidad española. El cura, el boticario, el alcalde, los americanos, los poderosos, lo más pobres e incultos.
La peli tiene un ritmo tremendo, es divertida, ácida, cruda por momentos, patética en otros. Siempre con el rotundo blanco y negro y el duro y agreste paisaje urbano de la aldea. Me encantan los personajes, sobre todo el gran Celestino y sus enormes zancadas, su candidez y su decepción.
Es maravilloso disfrutar todo el cine que queda por ver y descubrir, todas estas maravillas que quedan en el cajón de los grandes maestros. Seguiremos en el Siglo XX, nunca el cine fue tan valioso.
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