El maestro belga es uno de los mejores dibujantes de la historia del tebeo. La política "defensiva" española ante los productos extranjeros, hizo que tanto Peyo, Franquin, Morris, etc.... fueran tardíos en entrar en nuestros corazones y cerebros, sobe todo Franquin que es el primero y más antiguo en el tiempo.
Franquin es un caso especial, por su altísima calidad e influencia. De hecho, Paco Ibáñez, cuando Bruguera le pide "calidad" admite que su influencia referente es el belga, sus Spirou, Gastón, Marsupilami marcan época y recorrido en tendencia heredada.
Es costoso recopilar y coleccionar a sus personajes a estas alturas y tampoco justo ni ordenado tirar de imposibles recopilatorios, pero sí es delicioso encontrar y paladear joyas como este compendio de portadas de Spirou, sublimes, que adjuntan reproducción del original sin la aplicación de las tintas, y es, en ese momento, donde puedes darte cuenta de la maestría del uso de la tinta, tanto en pincel como plumilla, al plasmar el trabajo.
Esta edición sólo la he encontrado en francés y editada por Dupuis en 2017.
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