Gracias a una querida amiga y a un amable empleado municipal que se dedica a la recuperación y mantenimiento de los restos arqueológicos de la ciudad de Zaragoza, perteneciente al Ayuntamiento de la ciudad, he tenido la suerte y el privilegio de visitar el antiguo Cuartel de Pontoneros, exclusivamente la zona de la tropa, donde se albergan las dependencias de Patrimonio, están los talleres de recuperación arqueológica y se encuentran algunos tesoros escondidos que, lamentablemente, no están disponibles a los ojos de los ciudadadanos, aunque si se organizan visitas para colegios.
En este espacio he podido visitar dos espacios diferenciados, un enorme local almacén donde se encuentra el legado de la Imprenta Blasco, bien cuidado y almacenado a la espera de que algún día se pueda poner en valor, y en el ala izquierda, materiales arqueológicos, de cualquier época, que se han encontrados en viales y zonas comunes y deben ser atesorados. Los materiales que se encuentran en edificios privados son gestionados por la DGA.
En este primer post, os marco las fotos de los materiales de Imprenta Blasco, absolutamente deliciosos, incluidos mostradores, mobiliario y un buen montón de material impreso. Aún puede verse la última brocha de cola metida en su bote destapado, un viaje en el tiempo.
Quiero poner en valor el trabajo, escondido e ingrato, de estos trabajadores municipales. Desde el anonimato y la profesionalidad, restauran mosaicos romanos, capiteles románicos o placas góticas, con cariño y sapiencia, mientras los vándalos arrecian su ignorante ataque contra cualquier elemento urbano patrimonial, sea de la época que sea, buscando el valor del bronce o simplemente volcando sus frustraciones personales contra los obras.
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