La muerte de Eddie Van Halen ha sido un shock. Siempre llevó sus cosas con cierto silencio, los trapos sucios se lavan en casa, se hablaba sobre sus problemas de salud desde siempre por los efectos del tabaco, pero ese repentino adiós nos ha cogido con el pié cambiado.
Leyendo los periódicos de hoy que glosan su figura es triste ver resumida la aportación de un músico como Edward Van Halen a Jump o su colaboración con Michael Jackson en Beat it, lo que nos deja Eddie es mucho más. Y para eso, un poco de historia.
En España las cosas del rock, allá por los 70-80 llegaban con dos o tres años de retraso... un poquito menos lo que ocurría en UK, pero las tendencias USA tardaban en implantarse. Entonces irrumpió, como un terremoto, un nuevo sonido, una nueva banda que lo tenía todo. Un irrepetible frontman, David Lee Roth, un excelentísimo bajista que canta igual o mejor que el frontman, Michael Anthony y un par de hermanos virtuosos, Alex a la bateria, y el flaco Eddie a la guitarra. Hasta ahí todo bien, pero esa guitarra nos rompió la cabeza.
La banda, VAN HALEN, lo contenía todo, la creatividad y tendencias de su cantante, un tipo muy especial, y virtuosos en los instrumentos, uno, la clave, Eddie, luego el motor, Alex y Michael, un brutalísimo Musclecar americano, de acero robusto, con cilindrada imparable. Un día me dijo un amigo una frase sobre un jugador de fútbol que la recuerdo, era sobre el mítico Valerón. "A Valerón le das una piedra y te devuelve una flor".... pues eso era Eddie Van Halen, cogía algo normal y lo llevaba a las estrellas. Cuando Roth abandona se perdió la magia, era el que traía los conceptos, el elemento circense, el surf, el vodevil, la carpa andante, y apareció Hagar, mucho más estándar y plano, como es el mercado, y las ventas se dispararon, entonces Eddie, que había llevado una vida complicada entró en esa zona de confort, menos brillante pero sin perder nunca su calidad.... me emocioné en ese disco de reencuentro con Roth, los ojos se nos encendieron a los fans, podríamos verlos juntos de nuevo? No tuvimos esa suerte.
Su sonido, divertida y festiva actitud y su técnica, rompedora y sideral, cambió el hard rock. Nada fue igual. Todo lo que se ponía al lado empequeñecía como un enano encogido, no quería abrumar con sus solos, simplemente era música maravillosa la que salía de esas seis cuerdas. Van Halen cambió el escenario, como lo hizo Iron Maiden desde su posición nás infantil y épica, o The Police, o Nirvana en su momento y sinceramente, no he escuchado tocar a nadie igual después de él y mira que escuchamos a bandas y artistas y mira que hay grandiosos guitarras, pero como Eddie Van Halen? va a ser que no.
Lo ponen en la octava posición en la historia de los guitarristas... un poco de hard rock metido entre muermos como Clapton (para mi sobrevalorado totalmente). Me da igual. Eddie Van Halen es el paradigma del hard rock, del guitarrista que lo tiene todo. Nos ha dado tanta felicidad él y sus tres locos amigos que lo menos que podemos hacer es escribir unas pequeñas y humildes líneas en su memoria.
Me quede a cuadros cuando me entere... La música perdió a un grande de las 6 cuerdas... D:E:P. Muy buen y merecido post. Un abrazote Antonio.
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