EL RASTRO DE HOY (1/5/2021) RASTRO LUIS BUÑUEL, ZARAGOZA

El otro día, un amigo de este blog me comentó que había un nuevo rastrillo en Zaragoza, y como no podía ser de otra manera, he ido a olisquearlo, y qué bien me lo he pasado.

Una iniciativa de un colectivo social les cede un espacio a 90 vendedores de un tono similar al del ratro de la Expo, para que el primer sábado de cada mes puedan vender humildes mercancías recicladas. Mi aplauso más fervoroso para este colectivo (a los que he felicitado personalmente) que ha intentado ampliar el número de puestos en Expo, pero que tras la negativa oficial, ha buscado esta bonita salida.

Este rastro es una vuelta a la esencia. A cuando, sin orden ni concierto, vendedores, de forma natural, se desplegaban en los porches aledaños al Mercado Central de la ciudad. Hay mucha basura, mucha, pero también hay pequeñas joyas y, sobre todo, se pasa un rato muy bueno. Recordemos que la esencia del rastro, en mi opinión, es la libertad. De hecho en muchísimos países de todo el planeta, lo que suelen hacer las instituciones es ceder un terreno... si tú eres vecino, escarbador de basuras o avezado coleccionista es lo de menos, si quieres vender, ese día o ninguno, pagas un pequeño coste, sobre 3-5 euros, y vendes las cosas que desees, o porque estás de mudanza o porque te dedicas a ello o porque tienes necesidad. En Francia es lo habitual, y en Estados Unidos, UK y muchísimo lugares tan dispares como Chequia, Alemania o Portugal, lo mismo.

Pero aquí, las cosas son algo diferentes. Estaría bien que las instituciones dejaran a estas personas, muchas de ellas muy humildes, y a quien lo considere, poder vender lo que encuentran o ya no quieren, es una forma de reciclar y nada hay más sostenible.