Agradable mañana de un rastro a medio gas. La verdad es que lo he encontrado un poco parco en propuestas, pocas novedades y ausencia de algunos de los puestos que más me emocionan. Un rastro de trámite.
Pensaba encontrarme con tu crónica a media tarde, pero nos hacemos mayores y esto de madrugar los domingos se ha convertido en ritual. Cómo y cuánto se agradece este paseo semanal contigo por San Bruno! Abrazos!
Je, la verdad es que la crónica cada vez es antes, efectivamente, madrugar (no demasiado, los coleccionistas madrugan muchísimo y antes van al rastro Expo) ayuda a que el día cunda y se pueda hacer algún sencillo post en el blog. Abrazos Sergio
Qué me vas a contar. Cuando paso algún finde en Zaragoza soy de los que pone el despertador a las 05.30 h, sea invierno o verano. Café rápido, bien abrigado (o gorra y pantalón corto), carro de compra y paseo hasta el descampado arisco de la Expo; de allí, desayuno en algún bar de la Almozara y nuevo paseo hasta San Bruno. Lo mejor es que mientras camino por la avenida de Goya ya noto ese nerviosismo de no saber lo que deparará la madrugada, cosquilleo que se acrecienta ya a la altura de Caixaforum.
Pensaba encontrarme con tu crónica a media tarde, pero nos hacemos mayores y esto de madrugar los domingos se ha convertido en ritual. Cómo y cuánto se agradece este paseo semanal contigo por San Bruno! Abrazos!
ResponderEliminarJe, la verdad es que la crónica cada vez es antes, efectivamente, madrugar (no demasiado, los coleccionistas madrugan muchísimo y antes van al rastro Expo) ayuda a que el día cunda y se pueda hacer algún sencillo post en el blog. Abrazos Sergio
ResponderEliminarQué me vas a contar. Cuando paso algún finde en Zaragoza soy de los que pone el despertador a las 05.30 h, sea invierno o verano. Café rápido, bien abrigado (o gorra y pantalón corto), carro de compra y paseo hasta el descampado arisco de la Expo; de allí, desayuno en algún bar de la Almozara y nuevo paseo hasta San Bruno. Lo mejor es que mientras camino por la avenida de Goya ya noto ese nerviosismo de no saber lo que deparará la madrugada, cosquilleo que se acrecienta ya a la altura de Caixaforum.
ResponderEliminarJajajaja, bien descrito Sergio, abrazos
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