Leo con enorme tristeza la noticia del fallecimiento de Rafael Castillejo, todo un referente de la conservación de la cultura y contracultura de Zaragoza. Conocí a Rafa hace muchos años, a finales de los 80. Él y yo coincidimos trabajando en dos entidades financieras en Ejea de los Caballeros, siempre nos tratamos con cordialidad sin saber que el camino de los años nos llevaría a coincidir en nuestro gusto por todo lo que tenía que ver con la cultura zaragozana desde los años 50 hasta la actualidad. Él era un tipo docto en mil asuntos, yo un simple observador. He paseado muchas veces por su desván, donde puedes encontrar desde el mundo del Circo, el Cine, los juguetes, el comercio, el cabaret o la publicidad. Colaboró con medios de comunicación como Heraldo de Aragón o Aragón Televisión, siempre por amor a sus aficiones y con el digno fin de transmitir conocimiento.
Editó un libro, cuyas ventas se destinaban a una asociación para víctimas del Alzheimer, sobre sus fetiches e iconos de la niñez. Merece la pena que os deis una vuelta por su enorme y vasto desván, porque es eso, un gran almacén de imágenes, recuerdos y vida. Hasta siempre Rafael, te echaremos de menos.
http://www.rafaelcastillejo.com/
Que pena me ha dado conocer la noticia. Yo lo sigo desde hace años desde su desván, la última vez que hablé con él fue a raíz de comprar el libro que comentas. Una inmensa pena. Saludos
ResponderEliminarCierto, rafael era un tipo sensible, amable y docto, una gran pena, abrazo amigo
ResponderEliminarNo fuimos amigos a pesar de que se dejaba caer por Juguetear y el Mercado de las Pulgas. Y es una pena, porque de conocernos y tratarnos seguro que hubiera aprendido muchísimo de él. Estos días todos, sin excepción, han destacado su amabilidad, educación y generosidad. Qué abismo debió abrirse ante él para acabar sus días tan pronto. En fin.
ResponderEliminarUna persona muy educada, elegante diría yo, sensible y amable. Recuerdo su voz y su entusiasmo, de siempre. Una pena
ResponderEliminarDescanse en paz. Malos tiempos - siempre - para la sensibilidad extrema.
ResponderEliminarSiempre digo que, en estos tiempos, ser inteligente y sensible lleva una buena mochila de dolor e infelicidad encima.... demasiada agresividad, demasiada información dolorosa y un mundo loco del que muchas veces es difícil aislarse... por eso personas como Rafael hacían esos viajes contínuos hacia momentos en los que habían sido muy felices.... algunos le llaman nostalgia, yo lo llamo simple superviviencia. Abrazo
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