Manuel Sanjulián es uno de mis ilustradores preferidos. El español, que acaba de cumplir 80 años, es uno de esos artistas que ha sabido y han sabido valorar mucho más allá de estas tierras, siendo un auténtico icono en el mercado norteamericano.
A principios de los 70 la editorial Warren empezó a encargar material a Ediciones Ilustradas, sobre todo para portadas de terror y ciencia ficción, y ahí el maestro sacó la esencia, generando figuras icónicas. Nadie ha hecho Tíos Creepy mejores que Manuel. Pasó del gouache al óleo, como buen maestro relojero, minucioso, más propio de un taller anglosajón que de una factoría española de producción barata. Muy influenciado, en mi opinión, por Frazetta y, junto al norteamericano Boris Vallejo (también de 80 años) trío inmenso en calidad y solución estética suprema. De hecho estos tres artistas han sido llamados por otros "gremios" como la música, la publicidad o la ilustración de más nivel por su alta aportación de valor.
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