Hace ya unos cuantos años, casi 30, empecé mi humilde búsqueda de pequeños originales de dibujantes de cómic y tebeo español (y alguno extranjero) que verdaderamente me emocionan y considero pilares de la cultura del tebeo de este país, y de la de éste que escribe.
Paso a paso, con paciencia y prudencia he ido encontrando cosas, y sobre todo, he ido encontrando historias, coleccionistas, personas, incluso amigos, éste es uno de esos casos.
Nunca pensé en tener un original de Opisso, el más grande de los dibujantes del TBO y una de las personas de referencia de la cultura visual española de la primera parte del siglo XX, pero he tenido la suerte de poder conseguir esta pequeña pieza que transmite toda su verdad. No están al alcance de mi bolsillo, pero con paciencia y un poco de sentido común, al final todo llega, hasta Opisso, y con él, se cierra el círculo de los dibujantes, no va más señores.
El dibujito, a tinta china, con pequeños retoques de blanco, un sutil enrojeciemiento en la mejilla de uno de los protagonistas, y realizado en un más que curioso papel con marca de agua de la Generalitat de Catalunya (principios de siglo, Paperería Olotina), tiene toda la esencia del maestro tarraconense. La maestría del excelso dibujante de las personas, del costumbrismo, de la calle barcelonesa, de la burguesía y la picaresca catalana, de las obras del metro en la ciudad Condal, de los caracteres deambulantes de la Rambla o Paseo de Gracia se muestra en este pequeño ejemplo. alejado de esos dibujos prodigiosos en el que aparecen decenas de personajes interactuando con la calle, las tiendas, los kioskos y los taxis. En este caso resulta ser un par de veteranos amigos, casi confidentes, cogidos del brazo, abrigados y encogidos, seguramente dirigiéndose a un café a compartir conversación en una tarde-noche de invierno. La fascinante y única firma de Opisso es casi una parte más del dibujo.... sólo la de Coll puede superar icónicamente la rúbrica.
El original perteneció a Joan Brossa, uno de los más grandes poetas españoles en lengua catalana, acabó en manos de un hombre del cine y la televisión (del que omito su nombre por respeto) que ha tenido a bien facilitar que acabe en mi casa, donde será cuidado como merece, gracias Andrés por tu amabilidad.
Me encanta la imagen, todo lo que dice con pocos trazos, me lleva a otros tiempos, a otro siglo y a otra Barcelona. ¿Quienes serían los portagonistas? Seguramente nunca lo sabré pero me encanta imaginar soobre el asunto.
Qué bonito texto y ... enhorabuena !
ResponderEliminarGracias amigo, Opisso son palabras mayores
ResponderEliminarFelicidades por tan maravilloso tesoro.
ResponderEliminarGracias amigo, ahora viene el dulce proceso del enmarcadao, abrazos
ResponderEliminar