Vaya rastro fenomenal que tienen nuestros amigos valencianos. Perfectamente controlado en entrada y salida por la policía, con un orden envidiable, muchos puestos, mucho de ellos con gran interés, precios fenomenales y una curiosidad, nada se pone sobre el suelo, siempre sobre una manta, mesa o superficie, lo que hace "entender" muy bien lo que se vende.
Cosas de todo pelaje, mucho experto y nichos claros de valor. La verdad es que me ha parecido un rastro que, pese a estar en una "nueva" ubicación, goza de todo el clasicismo y valor de los de toda la vida. Excelente mercadillo, mis felicitaciones al Ayuntamiento y a los vendedores.
La verdad es que nunca he entendido por qué algunos vendedores ni siquiera se dignan a echar una lona o sábana antes de colocar (en muchos casos arrojar) la mercancía en el rastro. Es un asunto, a mi modo de ver bastante básico. En fin, si esta desidia va acompañado con precios de derribo, por mi no hay problema. De poner mesas o caballetes con tablones (tampoco habría mucho trabajo en ello) mejor ni hablamos, jajaja.
ResponderEliminarBueno, yo la verdad es que me he llavado un a estupenda sensación de Valencia, ha sido una experiencia estupenda,.... abrazos
ResponderEliminarMi comentario venía a raiz del encabezado de tu entrada y se refería al rastro de Zaragoza. Tenia que haber especificado.
ResponderEliminarEn cuando al de Valencia, visité la ciudad hace algunos años y vi que el rastro lo ponían cerca del estadio de fúlbol pero al final no me pasé. Otra cosa que tengo pendiente.
LO han cambiado a un sitio en el que está muy ordenado y sencillo de ver, me ha encantado la verdad. Un abrazo
ResponderEliminar