Guardo con cariño y cierta tristeza estos dos sencillos trozos de papel. El mismo día que visié las desaparecidas Torres Gemelas de New York disfruté de una insuperable tienda, Wolrd Collectible Center, a pié de torres, donde adquirí mi primer Mego recuperado en 1997, un humilde Spiderman bastante flojo (sin manos rojas oficiales pero con impecable traje y cabeza) además de una púa de Paul Stanley de la gira de 1979.
La tienda, gestionada por un amabilísimo comerciante judío, era una delicia, pasé varias horas en ella en agradable conversación de aprendizaje. Un tiempo después del desastre intenté contactar con el comerciante remitiéndole varios mensajes de apoyo pero, por desgracia, nunca recibí respuesta.
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