La verdad que ver reconvertido un lugar tan querido y que contiene tantas emociones como el Cinema Elíseos en una hamburguesería causa auténtico rechazo, auque peor fueron los bingos en su momento. Pero oigan ustedes, viendo lo que se ve hoy en día por nuestro paías, y pese a que el comercio que habita tan cinéfilo espacio tiene menos glamour que un chorizo de cantimpalo, hay que reconocer que se ha respetado el espacio arquitectónico y que, si un día los hábitos alimenticios de la chavalería mejoran y deciden que el magnífico local sea una librería, es todo tan efímero que no habría ningún problema en reconvertirlo, y eso la marca americana hay que reconocer que sabe hacerlo, sabe respetar el espacio.
Dentro de lo malo, un trabajo hecho con rigor. Es una delicia ver ese luminoso encendido de nuevo en la noche zaragozana.
Fui a verlo unos días después de su inauguración (antes del desplome del falso techo) y me esperaba una gran chapuza, pero no salí muy decepcionado al ver que se han respetado y protegido casi todos los elementos, aunque es un sacrilegio que la cocina esté donde estaba la pantalla.
ResponderEliminarPero hay cosas que me chirriaron como por ejemplo que la ventanilla de las taquillas estuviera abierta, y temí lo peor porque está sin vigilancia y al alcance de cualquiera de hecho ya había un vaso de refresco en su interior.
Tal vez haya sido la menos mala de las soluciones y con eso me tendré que consolar.
Bueno, para lo que suel ser esta ciudad con su patrimonio, no es un mal ejemplo... otros simplemente los han derribado, saludos Fidel.
ResponderEliminarUna oportunidad perdida del ayuntamiento o de quien corresponda para reubicar la filmoteca en una sala como Dios manda. Como comentais , por lo menos no se ha cerrado la puerta del todo a una salida digna al haber respetado el local. Pero bueno, decir que no pega ni con cola un MacDonals en ese lugar, no se de quien fue la idea ni qué se pretendió con ello, o simplente que le salió barato el alquiler o la compra.
ResponderEliminarAl Ayuntamiento el cine le importa un pimiento.... y están ciegos porque Zaragoza es ciudad de cine, con auténticos referentes, pero como siempre en nuestra ciudad mandan la incultura, el cortoplacismo y el vil metal.... no hay más. Un abrazo
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