Rammstein es una banda importante y capital en este siglo XXI. Aunque su recorrido comienza en 1994 fue a finales de los 90 cuando llegó a nuestra escucha y retinas.
Rammstein son distintos, diferentes. Consiguen algo que es muy difícil, congregar masas sin renunciar a una arriesgada, provocadora, estudiada y soberbia puesta en escena y un concreto y elaborado simplismo musical al que llegan, en mi opinión, no por falta de sofisticación, sino tras un complejo desarrollo de selección y ajuste de más a menos, como quien sintetiza un elixir.
La base rítmica es limpia, poderosa, pero nada protagonista. Los teclados son el escenario esencial, el alma que vuelca un gotas de "amor" y melodía a este panzer musical que tritura cuanto pisa. El dúo de guitarras es, en mi opinión, fundamental, pantalla, ritmo, lienzo y motor triunfal de los alemanes. El cantante es mucho más que una voz neutra y poco flexible, es un enorme provocador, creativo y bestial frontman que a nadie deja indiferente con sus actuaciones, más cercanas a una performance realizada en un tugurio underground de Leipzig que a un tipo que se muestra delante de 30.000 personas.
Observan el mundo, escuchan a las sociedades, hacen guiños a otros idiomas y, sin renunciar a su valiente, diferencial y grandiosa idea de cantar en alemán, consiguen conectar con todo el planeta. Su puesta en escena, para mi gusto, es la mejor del momento junto con la de Muse si de creatividad y dirección de arte es de lo que que hablamos, nadie les hace sombra, su circo bizarro, sarcástico, divertido, transgresor y oxidado es magnífico.
Y este Zeit pues es otro perfecto "ejemplo Rammstein", esencia, limpieza, directo a las tripas, gotas de melodía, provocación conceptual, riffs demoledores, producción exquisita y, quizás, algo de rutina compositiva.... y como saben que ahí poco evolucionan, son tan inteligentes que donde vuelcan toda su revolución es en el concepto, la dirección de arte, lo visual y la historia, además de en unos productos visuales a los que nadie, y digo nadie, hace sombra en el panorama musical actual, auténticas piezas de arte audiovisual.
Rammstein son únicos. Los escuchas y son ellos, estés en Madrid o en Nueva Zelanda. ¿Metal industrial? yo creo que son Performance Art Metal, con una enorme dósis de provocación e inteligencia. Quien quiera disfrutar de una gran experiencia debe verlos, aunque sea una sola vez, en directo.
Da gusto leer tus reseñas, ya podrian tomar nota los juntaletras que escriben en las revistas "especializadas"
ResponderEliminarGracias pero yo soy un simple observador amigo, me tienes en demasiada estima, un abrazo
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