EL GRAN TESORO "OLÉ!" BRUGUERA

Llevo coleccionando tebeos desde que recuerdo, más que coleccionando, conservando los que he ido disfrutando. Mis primeros tebeos fueron el Colección Olé 5 y 64 de Mortadelo y Filemón de 1970, que aún conservo en estado lamentable. Cuando dejé de comprarlos a principios de los 90 (muerte de Bruguera, sin sentido del tebeo español y casi quiebra de Marvel) cerré colecciones, sin más. Si acaso he intentado completarlas con pequeños títulos, pero nunca abriendo líneas nuevas, el mercado es inmenso y ya tengo tebeos para releer durante los años que me queden, mi época es aquella, aquel Spiderman, aquel Thor, Toutain, franco belga sesentero y la magia Bruguera.

Pero sí que hay una línea que me fascina, y precisamente es esa Colección Olé incomensurable. En 1970 Editorial Bruguera decidió sacar al precio de 40 pesetas unos bonitos tomos semi-premium (era mucho dinero para la época) que lo que hacían era compendiar las historietas que los personajes realizaban en las diferente publicaciones de forma semanal. Así que si te gustaban Zipi y Zape pues no hacía falta ir de de kiosko en kiosko comprando los semanales de 5 ó 6 pesetas, comprabas el "Olé" y gozabas de diversión garantizada de tus personajes favoritos sin tener que alternar con otros que te aburrían o no te llamaban la atención. Bien es cierto que estos Olé salían de una forma algo anárquica y debías ser selectivo con una paga semanal completamente insuficiente. Si eras millonario existía la edición "ultralujo" de Magos del Humor que compendiaba cinco de estos olés, yo solo tuve el 1, que conservo junto con alguno otro conseguido con posterioridad.

Los 150 primeros números son míticos, más que nada porque la Editorial era equitativa con la publicación de  sus personajes, de hecho empieza el número 1 con Gotera y Otilio, luego Zipi Zape, Sacarino, Familia Cebolleta y, curiosamente, hasta el número 5 no aparecen Mortadelo y Filemón. Durante estos dos-tres primeros años el eclecticismo de los artistas es fabuloso, Raf, Vázquez, Figueras, Peñarroya, Escobar, Segura, Nené Estivill, Ibáñez, todos tienen números, Don Pío, Angelito, La Panda, Sir Tim, una maravilla. Pero la editorial al ver que las ventas de Mortadelo y Zipi y Zape eran inmensamente superiores a las del resto empezaron a volcar todo en los personajes de la TIA y en los gemelos gamberros en perjuicio del resto de autores y caracteres, algo injusto e incomprensible con la obra de RAF, Segura o Nené Estivill, pero la editorial catalana lo que buscaba era rendimiento económico, el valor artístico de la obra de sus dibujantes les importaba más bien poco. En definitiva, estos años, estos artistas y estos personajes, para mi generación, son troncales y parte de nuestra cultura popular.

Ayer en la Feria del libro viejo y antiguo de Zaragoza (gracias por la puntualización amigos) estuve haciendo la preguna de siempre a los vendedores "¿Tiene Colección Olé clásica de 1970?", una pregunta que es como un mantra para mi, soy el de "los Olé" (y nada más), y el 99,99% de las veces, a estas alturas del viaje, recibo un no por respuesta, es natural, han pasado más de 50 años. Pero ayer, sorpresa, un vendedor amabilísimo, Toni, me responde que sí tiene, pero en la última caja de la montaña sin abrir de lo que ha traído de su ciudad. "Además, cuando los saque los venderé todos". Ante semejante anzuelo no pude más que esperar pacientemente a que el esforzado anticuario sacara la caja de Olés.

Dentro de los 100 primeros números hay 50 que son francamente difíciles de personajes maravillosos pero que, o no se vendieron mucho o la edición fue corta y no se reeditaron. Encontrar primeras ediciones de esos números en buen estado es casi imposible. Se venden online o en tiendas especializadas de Barcelona y Madrid por precios locos, hay coleccionistas con mucho dinero, algunos de ellos bastante célebres, como Santiago Segura, Álex de la Iglesia o Carlos Areces (un completista consumado) que poseen excelentes colecciones, y otros menos célebres que todavía las tienen mejores. Toda esta demanda de unicornios, como comentaba, hace que tengas que pasar por caja, desde los 70 hasta lo 100 euros o más por algunos de estos tebeitos de 40 pesetas, si los encuentras obviamente y en estado mediano. Hay algunos como los de Olegario, Sir Tim, Anacleto, Agamenón, Carpanta, Angelito, Don Pío, Las Hermanas Gilda, Doña Lío, Facundo, La Pandilla, Domingón, el rarísimo de Toby, Cataplasma, Pitagorín, Aspirino y Colodión, Cebolleta, Doña Tecla, Don Pelmazo que dudo que hayan sido reeditados, y si lo han sido, fue más de 20 años después, nunca los he tenido en mi mano. Otra opción es, de vez en cuando, muy raramente, encontrar uno suelto entre 500 mediocres, pero eso, se lo digo yo, no ocurre nunca.

Pues Toni sacó la caja de Olés. Pocas veces en mi vida, lo comentaba con mi hermano, he tenido la sensación de haber encontrado un tesoro, un par con Madelman y Mego, y ayer con Bruguera. Toni sacó la caja del tesoro, con casi 50 números entre los 100 primeros, en estado impecable, primeras ediciones y todo unicornios. Asombro total, nervios, manos sudadas, bloqueo del espacio físico ante cazadores. Pero lo mejor, el precio, un regalo, simplemente un regalo. Son muchos años de paciencia, de preguntar una y otra vez, sin frustración, jugando, conociendo amigos, al final sonó la flauta. Con tenacidad, ojo y algo de suerte, a veces aparece el arco iris y todo se vuelve mágico. 

Ahora vienen días de buen ajuste en la comicoteca, precintando, leyendo los nunca leídos y catalogando  joyitas. Uno de los mejores momentos nunca vividos como coleccionista imperfecto de Bruguera. Os pongo un detalle de parte de esta selección de tebeos campeones. 

Y en este momento me pregunto; "¿qué hago ahora?". Bueno, faltan cuatro, y eso me obliga a seguir siendo "el de los Olé".